La segunda generación del legendario Corvette contaba con un detalle estético que se convirtió en una de sus señas de identidad. Hablamos de la particular luna posterior dividida, detalle que este clásico deportivo americano finalmente perdió tan sólo un año después de su debut. De ahí que las unidades de 1963 sean mucho más raras, exclusivas y caras que el resto, haciendo que se conviertan en la opción preferida entre los apasionados de este legendario deportivo.
Tener uno de estos Corvette de 1963 en tu colección sería algo sensacional, pero un auténtico fanático de este deportivo americano no quería tener solo uno, de ahí que consiguiera comprar una unidad pintada con cada uno de los colores disponibles por aquellos entonces. Sin duda alguna una colección única en el mundo y que ahora sacarán a subasta los especialistas de Mecum Auctions en Kissimmee, Florida.
Poco más de 10.000 unidades de este Corvette se fabricaron en 1963
La compañía americana asegura que en ese año de producción de Corvette se llegaron a ensamblar poco más de 10.000 unidades. Además de tener esa particular luna posterior dividida en dos, estos también lucían unas tomas de refrigeración simuladas en el capó. Debido a las nuevas regulaciones en materia de seguridad, la compañía americana tuvo que reemplazar esa columna vertebral que dividía la luna posterior, cosa que muchos clientes de Corvette de 1963 también hicieron a posteriori. Lo que con el paso del tiempo no se ha convertido en una buena idea.
Silver Blue
Un detalle que tienen en común todos estos Corvette de 1963 más allá de no haber sido modificados en ningún momento de su vida, es que están acompañados de un cambio manual de cuatro velocidades, una opción mucho más interesante que el cambio automático Powerglide que la compañía americana ofrecía como alternativa. En este caso concreto combinado con un V8 de 327 pulgadas cúbicas (5,4 litros) y equipado con inyección de gasolina L84 capaz de proporcionar 365 CV de potencia. Esta unidad que estiman se venderá por entre 350.000 y 400.000 dólares (entre 317.500 y 362.800 euros) ha recorrido 36.714 millas (59.100 kilómetros).
Tuxedo Black
Como su antecesor, también utiliza ese corazón V8 con 327 pulgadas cúbicas (5,4 litros), con inyección de gasolina y con 365 CV de potencia. Además, este ejemplar ha recorrido en toda su vida 35.668 millas (57.400 kilómetros). En el año 2017 fue debidamente restaurado, volviendo a pintar su carrocería en ese tono original Tuxedo Black, que va a juego con un interior totalmente vestido en color negro. Mecum dice que por esta unidad se podrían pagar entre 325.000 y 350.000 dólares (entre 295.000 y 317.500 euros).
Sebring Silver
Esta unidad comparte con sus dos hermanos anteriores ese mismo motor V8 equipado con inyección, un detalle que solo fue utilizado por el 10% de los Corvette de 1963. Luce un inmaculado color Sebring Silver, bastante común en esta generación, lo que hace que sea una de las opciones más ‘asequibles’ de la subasta, pues Mecum dice que cambiará de manos por entre 250.000 y 275.000 dólares (entre 226.800 y 249.500 euros).
Ermine White
Como la unidad en color Sebring Silver anterior, este ejemplar del Corvette de 1963 acabado en un tono llamado Ermine White podría ser vendida entre 250.000 y 275.000 dólares (entre 226.800 y 249.500 euros). A diferencia de sus hermanos, esta unidad esconde un bloque L79, que es un V8 con 327 pulgadas cúbicas (5,4 litros) el cual reemplaza la inyección Rochester antes mencionada por un carburador de cuatro cuerpos. A pesar de este detalle, con sus 345 CV de potencia era casi tan poderoso como los anteriores. Y esta unidad además fue adquirida por Jesse James de West Coast Choppers y Monster Garage para la actriz Sandra Bullock.
Riverside Red
Dicen que este color no era el más correcto para los Corvette de 1963, pero lo cierto es que esta unidad debidamente restaurada luce un extraordinario aspecto. Este ejemplar también se decanta por el bloque L79 equipado con carburación y no con inyección, bloque que ha recorrido 47.844 millas (77.000 kilómetros) en toda su vida. Los chicos de Mecum aseguran que podría venderse por entre 225.000 y 275.000 dólares (entre 204.100 y 249.500 euros).
Saddle
Sin duda alguna uno de los tonos más particulares y menos elegido por los clientes de un Corvette de 1963. Se trata de este Saddle, que además ha sido debidamente restaurado con un grado de concurso. Ahora bien, esta unidad también se conforma con el bloque L79 anteriormente mencionado, con el que ha recorrido sus 40.530 millas (65.200 kilómetros). Como se puede apreciar, el interior también está acabado en ese tono Saddle de su exterior.
Daytona Blue
Sin duda alguna uno de los Corvette más especiales de esta colección, de ahí su precio, pues los chicos de Mecum dicen que podría cambiar de manos por entre 450.000 y 500.000 dólares (entre 408.000 y 453.500 euros). Y es que esta unidad acabada en el inconfundible tono Daytona Blue es uno de los 199 vehículos que fue equipado con el paquete Z06, lo que le convertía prácticamente en un vehículo de carreras. Ese paquete solo estaba disponible con el bloque L84 equipado con inyección de gasolina y ha recorrido solo 22.723 millas (36.600 euros) en toda su vida. Además esta unidad fue debidamente convertida a una unidad con volante a la derecha para viajar a Australia, donde se vendió originalmente.
