Xabi Alonso ha regresado al Real Madrid, esta vez no como jugador, sino como entrenador del primer equipo. Considerado uno de los futbolistas más elegantes de su generación, su estilo, sobriedad y carisma lo han acompañado tanto dentro como fuera del campo. Pero hay una faceta menos conocida del tolosarra que ahora vuelve a atraer todas las miradas: su exquisita pasión por los coches clásicos.
Más allá de las tácticas y los banquillos, Alonso se ha labrado una reputación entre los aficionados al motor por su colección de automóviles de ensueño. En especial, siente una profunda admiración por los modelos alemanes, una debilidad que lo ha llevado a coleccionar auténticas joyas de marcas como Porsche y Mercedes-Benz. Sus elecciones no son fruto del azar: cada vehículo que posee refleja un gusto refinado, una historia única y una conexión personal con la tradición automovilística.
1Pasión por los clásicos alemanes
Desde sus años como jugador profesional, primero en la Real Sociedad y luego en clubes como Liverpool, Real Madrid y Bayern de Múnich, Alonso ha demostrado un gusto definido por lo clásico, lo sobrio y lo funcional. No es de los que se dejan llevar por la ostentación de los superdeportivos actuales; lo suyo es otra cosa: la elegancia atemporal de los clásicos alemanes.
En su garaje descansan algunos de los modelos más codiciados de la historia del automóvil, como el Porsche 356, que marcó un antes y un después en la firma de Stuttgart, o el Porsche 911S Pre-73, uno de los más buscados por coleccionistas. Estos modelos no solo destacan por su diseño y rendimiento, sino también por su historia: son testigos vivos de una época dorada en la ingeniería alemana.
Xabi no los guarda como simples objetos decorativos. De hecho, se le ha visto en más de una ocasión conduciéndolos, disfrutándolos, recorriendo con ellos las carreteras como lo haría cualquier amante del motor. Cada coche es, para él, una pieza de arte en movimiento.
