El mercado de los coches de segunda mano en España está en auge. Cada año se venden más vehículos usados que nuevos, en parte porque la diferencia de precio resulta muy atractiva y, además, porque los coches actuales, incluso con varios años encima, siguen ofreciendo buenas prestaciones, seguridad y fiabilidad. Para muchos conductores, un coche de ocasión supone la oportunidad de acceder a un modelo mejor equipado o de mayor categoría sin tener que desembolsar lo que costaría uno recién salido del concesionario.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. Comprar un coche de segunda mano también puede convertirse en una pesadilla si no se toman las precauciones adecuadas. Existen riesgos claros: manipulación del cuentakilómetros, averías ocultas, documentación incompleta o incluso vehículos con cargas económicas o legales pendientes. Para evitar sorpresas desagradables, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ofrece una serie de consejos prácticos que pueden marcar la diferencia entre una compra acertada y un error muy costoso.
5Establecer un presupuesto realista

Uno de los errores más comunes al comprar un coche de segunda mano es pensar solo en el precio de compra. La OCU insiste en que hay que contemplar otros gastos asociados:
- Impuesto de transmisiones patrimoniales (en la mayoría de comunidades, alrededor del 4-6 % del valor).
- Seguro, que puede variar mucho en función del coche, del conductor y de la póliza.
- Mantenimiento inmediato, como cambio de aceite, filtros, neumáticos o frenos.
- Consumo y posibles reparaciones: un coche barato puede acabar siendo caro si su mecánica es compleja o sus recambios escasos.
- La recomendación es clara: calcula el coste real de tener el coche durante al menos los próximos tres años, no solo el precio que pagas hoy.