En un sorprendente giro de los acontecimientos, las flotas de robotaxis en Austin, Texas, han optado por una pausa estratégica, destacando las crecientes preocupaciones sobre la confianza pública en los vehículos autónomos.
Este incidente, desencadenado por una parada masiva en una vía principal, no solo refleja un inconveniente puntual, sino que revela problemas más profundos y globales que afectan a las flotas de vehículos autónomos en todo el mundo.
3Las amenazas potenciales
La amenaza potencial a la seguridad de los vehículos autónomos abarca diversas tácticas, desde la extorsión a los clientes basada en su historial de viajes hasta el secuestro de pasajeros. El concepto de «drivesomware», que implica tomar remotamente el control de vehículos, plantea riesgos significativos, incluyendo el bloqueo de vehículos en movimiento y la amenaza de borrar datos locales o sobrescribir el firmware.
Se plantea la inquietante idea del robo de vehículos, ya sea en su totalidad o despojándolos de piezas, así como el envío de vehículos a ubicaciones específicas para causar atascos, afectando desde intersecciones congestionadas hasta terminales de transporte público. Estas tácticas podrían proporcionar cobertura para actividades criminales organizadas, como robos por “flash mobs” o el transporte de bienes ilegales.
ESET recuerda que los robotaxis no son los únicos vehículos susceptibles a posibles ataques. Con la creciente presencia de vehículos privados en la carretera con capacidades de conducción autónoma, los riesgos se multiplican. Un incidente en Escocia en octubre de 2023 evidenció la vulnerabilidad de los sistemas informáticos, cuando un vehículo eléctrico perdió el control de forma no malintencionada.