A veces la realidad supera cualquier guion de película o cualquier meme que circula por redes sociales. Lo que ocurrió en Rojales, Alicante, es el mejor ejemplo: una inspección rutinaria a un supuesto desguace clandestino terminó destapando un negocio que parecía salido de una mezcla entre videoclip de hip hop y serie policíaca. Lo que parecía un simple taller de coches sin licencia escondía en su interior nada menos que 212 plantas de marihuana cultivadas con mimo.
El caso es tan llamativo que muchos ya bromean con que si Bob Marley, Rihanna o Snoop Dogg hubieran estado en la ciudad, habrían encontrado el trabajo perfecto en ese lugar: entre motores destripados y plantas verdes que crecían al ritmo del ventilador. Sin embargo, más allá de la anécdota, la historia pone sobre la mesa cuestiones serias: el ingenio delictivo, la necesidad de vigilancia policial y la forma en que algunos intentan disfrazar actividades ilegales bajo fachadas aparentemente inocentes.
2Marihuana en el taller: el hallazgo inesperado

La sorpresa llegó cuando, durante el registro, los agentes accedieron a la parte interior de la finca. Allí, el olor fue suficiente para entender lo que ocurría: se había instalado un cultivo “indoor” de cannabis perfectamente organizado. Las plantas, dispuestas en filas y con sistemas de ventilación y luz artificial, mostraban que no se trataba de un experimento improvisado, sino de un negocio en toda regla.
En total, se contabilizaron 212 plantas de marihuana listas para seguir creciendo hasta su recolección. Lo más llamativo es que el cultivo estaba montado en pleno corazón del supuesto taller, camuflado entre chasis, neumáticos y piezas oxidadas. La combinación era surrealista: a un lado, motores a medio desmontar; al otro, un invernadero ilegal que parecía sacado de un documental alternativo.