Según el Observatorio Cetelem, más de la mitad de los conductores españoles tienen la impresión de que los coches eléctricos reemplazarán a los de combustión en el futuro. Sin embargo, muchos están indecisos sobre qué tipo de vehículo adquirir. Para la mayoría de los españoles encuestados, la decisión de comprar un automóvil es complicada, superando el promedio europeo.
Entre aquellos que creen que los coches eléctricos serán los dominantes, una parte significativa de los españoles cree que esto ocurrirá en un plazo considerable, con un porcentaje mayor que la media europea y mundial. Sin embargo, existe una percepción generalizada de que la transición hacia los vehículos eléctricos llevará tiempo.
El cliente quiere un coche más asequible
Cuando se les pregunta sobre los obstáculos para comprar un automóvil, el alto costo del combustible o electricidad encabeza la lista, seguido del aumento de precios debido a la disminución del poder adquisitivo. También se mencionan preocupaciones sobre el costo de mantenimiento, las restricciones de circulación y la posible dificultad para revender el vehículo en el futuro.
Alrededor de la mitad de los conductores europeos opinan que la industria automotriz debería ofrecer vehículos más asequibles. Además, muchos creen que los fabricantes deberían garantizar la disponibilidad de energía necesaria y la capacidad de circular en el futuro.
La incertidumbre sobre las políticas ambientales y las restricciones de circulación también influyen en la decisión de compra de vehículos nuevos. Algunos conductores prefieren esperar para ver cómo evolucionan estas normativas antes de tomar una decisión.
Impresionados con el auge de las marcas chinas
En cuanto a las ayudas públicas para la transición a los vehículos eléctricos, aunque muchos conductores europeos son conscientes de su existencia, consideran que son complicadas, reservadas para casos particulares y poco conocidas. En España, hay cierta incertidumbre sobre si estas ayudas aumentarán, se mantendrán estables o disminuirán en el futuro.
A pesar del crecimiento en la popularidad de las marcas de automóviles chinas en los últimos años, la intención de compra de estos vehículos sigue siendo relativamente baja en Europa y a nivel mundial. Sin embargo, en España, un porcentaje mayor de conductores estaría dispuesto a considerar la compra de un automóvil de marca china en comparación con el promedio europeo y mundial.