Muchas son las ocasiones en que tu coche se queda inmovilizado durante un largo periodo de tiempo. Una enfermedad, un impasse en tu trabajo, una larga estancia en el parking de Barajas. En definitiva, lapsos de arranque de tu coche que pueden influir en la dinámica habitual. Y otros tantos, los motivos por los que no arranca tu coche, cuando mas lo necesitas, al incorporarte a la rutina. Entre los elementos que pueden fallar tras un periodo de inactividad automovilística, esta la famosísima bateria. Un sencillo quebradero de cabeza, muy evitable.
Como arranca tu coche: sistema de arranque
Quizás no, y ahora quiero personalizar un poco, seguro mi pasión, por los coches, viene de ver a mi padre intentando arrancar su viejo Citroen 2CV. Con una palanca que se introducía directamente al motor por su parte delantera. Los que tenemos cierta edad, hemos podido contemplar estos episodios «hulkanianos» y nuestro asombro ante la puesta en marcha de las piezas mecánicas, resultaba adictivo. Dicho esto, lo importante ahora es conocer la evolución de los sistemas de arranque.
Hace 130 años, entre las soluciones que tuvieron los primeros automóviles estaba la manivela para arrancar el motor de combustión. De esta manera, se tenía que girar varias veces una manija, situada en el frente de la carrocería, para arrancar el motor.
Los pioneros Gottlieb Daimler y Carl Benz, que desarrollaron sus automóviles casi de forma simultánea, eligieron dos variantes de arranque muy diferentes para sus primeros vehículos.
Benz inicialmente tenía un volante montado horizontalmente, mientras que Daimler usaba una manivela. El automovilista debía estar preparado para hacer varios intentos o para evitar lesiones en los brazos, como la temida “fractura del chofer”, que es la rotura del antebrazo.
