Si eres de los que todavía conduce un diésel matriculado entre 2011 y 2015, debes saber que estás en la mira de nuevo. La Unión Europea ha decidido intensificar los controles a estos vehículos para reducir las emisiones contaminantes. Y no se trata únicamente de cumplir con normas: en la práctica, muchos coches acabarán en el desguace si no pasan estas inspecciones más exigentes. Lo que en su día fue una compra inteligente puede convertirse ahora en una pesadilla técnica y financiera.
La razón principal está en los filtros de partículas (DPF) y la opacidad del humo. Europa ha detectado que muchos conductores eliminan, capan o descuidan estos dispositivos para ahorrar en reparaciones costosas. Por ello, la próxima revisión de ITV en los países miembros podría incluir análisis más detallados, incluso llegando a descarriar dpf trucados o dañados. Los coches afectados son principalmente los diésel Euro 4 y Euro 5, precisamente los matriculados entre 2011 y 2015.
1Los diésel Euro 4 y Euro 5, bajo escrutinio europeo

La normativa europea que comenzó a exigir filtros de partículas en 2009 obligó a los diésel Euro 5 a instalarlos. No obstante, muchos coches vendidos entre 2011 y 2015 empiezan ahora a fallar estas piezas o a carecer de ellas del todo. El filtro DPF, encargado de retener el hollín del escape, puede obstruirse con el tiempo o ser eliminado intencionadamente por su alto coste de sustitución —hasta 3.000 €— .
Europa planea exigir no solo la presencia del DPF, sino también su eficacia: la ITV ya está preparando pruebas de opacidad de los gases y estimaciones de partículas, y en países como Bélgica, Holanda, Suiza o Alemania se están retirando millones de coches que no lo superan. En el caso de España, técnicos están preparándose para aplicar la misma exigencia cuando se homogeneicen los procedimientos dentro de la UE.