Con el verano pisando fuerte y las olas de calor convirtiéndose en el nuevo pan de cada día, tu coche está a punto de enfrentarse a su mayor enemigo: las altísimas temperaturas. A más de 40 °C a la sombra, no solo el asfalto se derrite; los componentes de tu vehículo también empiezan a sufrir… y mucho. Aunque los coches están diseñados para resistir climas extremos, el calor constante puede provocar fallos graves si no se toman precauciones.
En este artículo repasamos las 11 piezas de tu coche que más sufren cuando el termómetro se dispara y te damos pistas para que las vigiles antes de quedarte tirado en la peor semana del verano.
3Los líquidos se evaporan: revisa todos, no solo el refrigerante

El calor acelera la evaporación de todos los líquidos del coche: desde el refrigerante hasta el líquido de frenos, pasando por el aceite del motor o el limpiaparabrisas. Cada uno cumple una función esencial y su ausencia puede traducirse en daños graves.
El líquido refrigerante evita que el motor se sobrecaliente; el de frenos garantiza una frenada efectiva; el aceite lubrica las piezas internas; y el limpiaparabrisas te permite ver con claridad. En verano, revisarlos y rellenarlos si hace falta es tan importante como poner gasolina.