Las distracciones al volante provocan miles de accidentes cada año y por eso la DGT nunca descansa a la hora de señalar las acciones responsables de los despistes. La concentración en la carretera es algo intrínseco a la conducción, por tanto no tiene sentido buscar excepciones, ni siquiera son admisibles aquellas distracciones que concebimos como inconscientes.
Manipular el GPS, encenderse un cigarro o simplemente apartar unos segundos la vista de la carretera, puede suponer un accidente con consecuencias graves… e incluso letales. Por eso, es el momento de repasar las claves para evitar en la medida de lo posible un despiste de lo más tonto que nos cueste caro.
6Parar cuando se esté cansado
Todos tenemos el típico cuñado que presume de cruzarse toda la península al volante sin descansar. No sabemos si le darán un premio por ello, dada su ilusión y enorgullecimiento, pero lo que es evidente es que puede darle un buen susto. Está comprobado que, a cada hora al volante, nuestra atención baja gradualmente, pero cuando llevamos ya varias horas sin descanso experimentamos un bajón repentino que nos puede traer las peores consecuencias.