Quizá tienes muchos motivos para recordar la pasada Semana Santa, pero a partir de este año muchos lo harán por el ‘nacimiento’ de las calles aforadas. Es un concepto desconocido para muchos hasta ahora, pero en ciudades como Málaga, Sevilla o Cádiz se ha convertido en protagonista absoluto durante estos días festivos.
La implantación de estas calles se hace con el objetivo de mejorar la seguridad en grandes concentraciones, pero ha generado cierto desconcierto entre ciudadanos que acudían a las procesiones a pie. Muchos se han encontrado con restricciones de acceso, vallas y limitaciones de aforo, así que no han tardado en quejarse en redes sociales.
1¿Qué son las calles aforadas?

Las calles aforadas son vías públicas con acceso controlado y limitado a un determinado número de personas, y hacen acto de presencia en los eventos multitudinarios. No son calles cerradas al tránsito de peatones de forma permanente, más bien zonas en las que se aplica un control de aforo temporal por motivos de seguridad.
A diferencia de otras calles en las que la circulación peatonal es libre, en una calle aforada solo está permitido el paso para un número de personas y en algunos casos, está completamente cerrada. Normalmente en las calles perpendiculares a grandes vías, que es lo que ha ocurrido esta Semana Santa en la calle Larios de Málaga y sus inmediaciones. También en Sevilla y Cádiz, donde los dispositivos de seguridad se han centrado en priorizar salidas rápidas en caso de ser necesario.