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Bugatti Chiron. Así se fabrican sueños de 2,4 millones

Adquirir un deportivo tan exclusivo como lo es el Bugatti Chiron se convierte en una experiencia única en el mundo, la cual ninguna otra marca en el mundo es capaz de igualar. Cuando encargas una máquina de cuatro ruedas por la que debes desembolsar un mínimo de 2,4 millones de euros el trato de la firma hacia el cliente es símplemente exquisita. Tanto que puedes tardar hasta tres meses en configurar tu deportivo para que sea único e irrepetible.

Máxima personalización

En este largo proceso, los diseñadores de Bugatti se asesoran sobre cual de los 23 colores disponibles para la carrocería puedes elegir y cual combina mejor con los 8 tonos diferentes de fibra de carbono. Esto acaba de empezar, porque ahora vas a experimentar lo que es personalización al más puro estilo Bugatti. La firma francesa te permitirá que elijas entre 31 colores diferentes para el cuero, 8 tonos para el tapizado alcántara, 30 tipos de pespuntes, 18 colores de alfombrillas, 11 de cinturones de seguridad… Eso sin mencionar el tipo de molduras, el material, el color…

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Si aún así no das con «tu» Bugatti Chiron, la firma de Molsheim ha creado un departamento donde sólo acuden los inconformistas, pero inconformistas con mucho dinero. Ese departamento se denomina La Maison Pur Sang y aquí harán lo que tu les pidas. Que necesitas un color exterior a juego con el color de tus ojos… Se hace. Que quieres tus iniciales en el exterior o bordados en los asientos… Se hace. Tu pide por esa boca y paga con la Visa Oro.

Sólo 20 trabajadores

Una vez configurada, tu unidad pasa a la producción, algo que no se hace en una fábrica. La prodcción de un Bugatti Chiron se realiza en un Atelier ubicado en sus instalaciones de Molsheim, la localidad donde Bugatti fue fundada allá por el año 1909. Se trata de un espacio mágico con 1.000 metros cuadrados, espacios amplios e inmaculados, en los que no se aprecia una sola cadena de montaje y en el que 20 afortunados operarios realizan de forma artesanal cada una de estas maravillas compuestas por 1.800 piezas diferentes. Es lo más parecido a un puzzle de 2,4 millones de euros.

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La producción consta de 12 estaciones que van en un orden establecido. La orquesta toca una melodía donde nada puede fallar y en la que sólo su motor 8.0 W16 de 1.500 CV de potencia viene ensamblado desde la fábrica de motores que Volkswagen tiene en Salzgitter. Este poderoso corazón con cuatro turbos pesa la friolera de 628 kilos y se ensambla con la carrocería, lo que se denomina matrimonio, por medio de 14 tornillos fabricados en titanio. Cada uno de ellos sólo pesa 34 gramos y requiere un par de apriete y un orden establecido. Tal es la minuciosidad con la que se ensambla cada Chiron que cada uno de los 1.068 tornillos que lo componen tiene su propio registro de que operario lo ha instalado y con qué par de apriete.

Seis meses para fabricarlo

La carrocería del Bugatti Chiron antes de ser conectada con su motor ha pasado por la estación de pintura, donde ha necesitado unas tres semanas de trabajo para que el resultado sea perfecto. Todo se realiza de forma artesanal y cuidando el más mínimo detalle. Pero tres semanas no son nada si se comparan con los seis meses de trabajo que se necesitan para fabricar cada uno de estos deportivos.

Una vez la máquina está ensamblada, los pilotos de Bugatti prueban en un banco de rodillos cada una de las unidades. Son tres horas de intenso trabajo para que todo esté como debe y donde se superan los 200 km/h de velocidad. En este tiempo el Chiron recorre unos 60 kilómetros. Una vez testado, el Bugatti Chiron pasa al asfalto para dirigirse al aeródromo de Colmar, donde se prueba a velocidades superiores a los 250 km/h. Se trata de un recorrido de unos 300 kilómetros, necesario para dar el visto bueno a cada uno de los Bugatti Chiron.

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De ser así, el vehículo pasa por un minucioso trabajo de preparación y limpieza. Además no te preocupes porque esos kilómetros no cuentan. Para que sea así, los ingenieros de Bugatti incluso reemplazan los 20 litros de aceite que caben en el cárter de su motor.

Bugatti fabricará unas 70 unidades anuales de su nuevo Chiron y sus primeros afortunados clientes lo recibirán en el primer trimestre de este mismo año.