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Bentley Arnage T. Será subastado en París

Antes de que el exclusivo Bentley Mulsanne entrara en producción allá por el año 2010, la firma de Crewe fabricaba otra majestuosa berlina de representación, el Bentley Arnage. De las instalaciones de la firma británica salió entre 1998 y 2009, además de que durante todo ese tiempo recibió diferentes mejoras de todo tipo.

Si a día de hoy te quieres hacer con una de estas joyas, deberás preparar unos 100.000 euros si deseas una unidad en impresionante estado. Pero si no te importa inyectar unos cuantos euros para dejarlo en buen estado, hay unidades que rondan los 30.000 euros. Pero en estos vehículos comenzar a 'meterles' dinero puede convertirse en un no parar.

Lo subasta RM Sotheby's en París

Igual la mejor solución es fijarte en esta unidad que sacará a subasta el especialista RM Sotheby's el próximo 5 de febrero en París. Se trata de un inmaculado Arnage T por el que se van a pagar entre 60.000 y 80.000 euros, prácticamente una cuarta parte de lo que te podría costar un Mulsane a estrenar.

Esta unidad fue ensamblada en Crewe allá por el año 2007 y pasó una gran parte de su vida en Estados Unidos. Hace cuatro años regresó a Suiza, donde reside en la actualidad. A lo largo de su historia, esta señorial berlina apenas ha recorrido 11.625 millas, que vienen a ser como unos 18.708 kilómetros. Y todo esto se nota en su aspecto, porque la pintura Royal Ebony o su cuero Saddle Tan se encuentran en un estado inmejorable.

Su propietario lo adquirió en su día con diferentes detalles personalizados por la división Mulliner, como los asientos y los paneles de las puertas con el inconfundible acolchado en diamantes. También Mulliner instaló sus pedales metálicos, las molduras en madera de nogal, las mesas de picnic posteriores, los reposacabezas bordados… Y todo esto ha de sumarse a un equipamiento de primer orden.

Esta berlina de 5,39 metros de longitud esconde bajo su capó delantero un impresionante motor 6.75 V8 biturbo capaz de proporcionar 507 CV de potencia y 1.000 Nm de par motor, enviado todo ello a su eje posterior a través de una transmisión automática de 6 velocidades firmada por el especialista ZF. Aunque supera las 2,5 toneladas de peso, presume de poder acelerar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h, datos más que sorprendentes a día de hoy.