La velocidad siempre ha estado en debate en España. Desde que en 1992 se fijó el límite de 120 km/h en autopistas y autovías, la norma se ha mantenido prácticamente intacta, pese a las demandas de quienes miran con envidia a países vecinos donde pueden circular más rápido. Francia, Italia o Austria permiten 130 km/h, mientras que Alemania aún conserva tramos sin restricciones.
Ahora, por primera vez, España se plantea dar un salto histórico: un tramo de la AP-7 en Tarragona ya está probando un sistema de inteligencia artificial (IA) capaz de autorizar, en condiciones concretas, circular hasta 150 km/h sin que eso suponga una multa. El proyecto piloto ha reabierto el debate sobre seguridad, emisiones y la forma en que entendemos nuestras autopistas.
1Un experimento pionero en Europa
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha un proyecto piloto en la autopista AP-7 a la altura de El Vendrell, en Tarragona. Allí, la inteligencia artificial analiza en tiempo real múltiples factores: densidad del tráfico, meteorología, visibilidad, estado del pavimento e incluso patrones de conducción de los vehículos que circulan.
Si todos esos parámetros son favorables, los paneles luminosos que presiden la vía muestran un aviso: el límite de velocidad pasa de los habituales 120 km/h a 150 km/h. De esta forma, la circulación se adapta a la realidad del momento y no a una cifra estática impuesta hace más de tres décadas. En cuanto la IA detecta cualquier riesgo, la cifra vuelve a caer automáticamente.








