¿Imaginas a un fabricante de electrodomésticos dando el salto a la industria de los superdeportivos? En el competitivo mundo de la automoción, las sorpresas llegan desde los lugares más inesperados. Y es exactamente lo que está ocurriendo con Dreame. Esta empresa china, que se ha hecho un nombre gracias a sus aspiradoras inteligentes, pretende desafiar toda lógica: crear el coche de producción más rápido del mundo.
Su objetivo no es menor. Dreame quiere medirse con nombres que representan la cúspide de la ingeniería automotriz, como Ferrari, Bugatti o Koenigsegg. Y lo quiere hacer apostando por la electrificación total, una tecnología que no solo ha revolucionado al automóvil convencional, sino que ahora amenaza con reescribir las reglas del juego en el exclusivo segmento de los hypercars.
5Un proyecto respaldado por talento y recursos
La idea no es improvisada. Dreame ya está reforzando su plantilla con expertos en automoción y hardware inteligente. Actualmente, tiene más de 1.000 empleados dedicados a este nuevo proyecto, cifra que seguirá aumentando en los próximos años. Además, también está invirtiendo en I+D, convencida de que solo así podrá competir en un terreno dominado por gigantes con décadas de experiencia.
El desafío es enorme: pasar de fabricar aspiradoras a desarrollar un hypercar que pueda superar los 470 km/h no es tarea sencilla. Sin embargo, la historia reciente de la industria demuestra que los outsiders tecnológicos, como Tesla o Rimac, han logrado abrirse paso frente a los fabricantes tradicionales gracias a la innovación y la disrupción.
