Este trámite en particular trata, que todos los coches que transitan por la vía pública, están obligados a estar al corriente en el pago de una serie de responsabilidades. Entre ellas, se encuentra el impuesto a la circulación o impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) que se debe abonar una vez al año en el municipio donde esté registrado legalmente el vehículo.
Por ello, a continuación te contaremos todos los detalles de este tributo que es competencia de los ayuntamientos.
¿En qué casos debo pagar el impuesto?
Según lo que dicta la DGT, el impuesto a la circulación es de carácter obligatorio para todos los vehículos a motor, posibilitándoles el manejo por las carreteras de todo el país. Además, la Ley Reguladora de Haciendas Locales decreta que «se considera vehículo apto para la circulación el que hubiera sido matriculado en los registros públicos correspondientes y mientras no haya causado baja en estos». De este modo, esta disposición abarca a la mayoría de los coches, ya sean turismos, furgonetas, camiones, autobuses, motos, etc.
