Utilizaban una sofisticada herramienta con la que hackeaban el sistema de la apertura de las puertas del vehículo y los inhibidores y conseguían arrancarlo en apenas unos minutos, lo que les permitía robarlo sin forzar absolutamente nada. Así era el modus operandi de una banda de ladrones de coches que desmanteló la Guardia Civil hace unos días en la llamada Operación biturbo.
La organización delictiva estaba especializada en la sustracción de coches y falsificación de sus matrículas para venderlos después en otros países. En concreto, la Guardia Civil ha detenido a cinco personas de nacionalidades rusa, rumana y española, a los que el Juzgado de Instrucción nº 1 de Alcalá de Henares (Madrid), que instruye la causa, les imputa los delitos de robo con fuerza, falsedad documental y receptación de vehículos.
Además de las detenciones, se han recuperado 13 de los coches robados, más de 100 llaves originales de distintos modelos, una máquina de troquelado de matrículas para fabricar las placas falsificadas, varias herramientas informáticas artesanales dotadas de software malicioso para la apertura y arranque de los vehículos, además de varios dispositivos de contravigilancia policial.
1Robaban los coches sin forzar nada
La investigación comenzó hace más de un año, cuando la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detectó detectó la actividad de un grupo delictivo al que los agentes han descrito como «altamente especializado» que robaba coches utilizando herramientas electrónicas sin necesidad de forzar los vehículos. Previamente, se había constatado un importante aumento del número de robos de coches de determinadas marcas y modelos.
Gracias a la cooperación con otras policías, la Guardia Civil averiguó que la red operaba a nivel internacional, ya que los coches robados en España se vendían fuera de nuestro país y, del igual manera, los vehículos sustraídos en otros países de Europa pasaban por un cambio de matrícula y número de bastidor y eran vendidos como legales en nuestro país.
En concreto, la cooperación permitió que la Sección de Delincuencia Organizada del Automóvil de la UCO localizara en una localidad del noreste de Madrid uno de los coches robados en Alemania en agosto del pasado año. Además, otro automóvil que había sido sustraído en Madrid fue recuperado también en Hungría.