El mantenimiento de un coche eléctrico es más barato que los de motor de combustión interna, un diésel o un gasolina. O que cualquier híbrido.
1Una oferta en crecimiento
La electromovilidad se abre camino poco a poco, pero de forma imparable. Cada vez la oferta de coches eléctricos es más amplia en el camino hacia esta nueva era que culminará en unos años. Será cuando la mayoría de marcas solo produzcan coches eléctricos, con una fecha prevista por cada fabricante.
La llegada de nuevos coches eléctricos trae consigo la evolución de la capacidad de las baterías para ir incrementando una mayor autonomía. Y la diversificación de la oferta, ampliándose a nuevos nichos de mercado.
Para que sea posible los fabricantes han desarrollado plataformas específicas que han permitido albergar las nuevas baterías. Y también conseguir optimizar al máximo el reparto del exceso de peso que traen consigo, reduciendo el centro de gravedad. Y del espacio.
La nueva tecnología plantea muchas dudas al cliente. Que poco a poco se irán disipando para transmitirle la confianza necesaria. Dinámica, recarga, durabilidad, mantenimiento… Nuevos estándares respecto al coche movido por motores térmicos.
Una de esas dudas que se presentan está en el mantenimiento del coche eléctrico. ¿Es éste más complejo que el de un coche con motor de combustión? ¿Tiene un coste superior?
Pues la respuesta es clara. Frente a los vehículos movidos por motores de gasolina y diésel, el funcionamiento de un vehículo eléctrico es mucho más básico. Y consecuentemente su mantenimiento resulta mucho más sencillo y menos costoso.