Otro día, otro poderoso auto deportivo termina en un accidente y esta vez se trata de un Chevrolet Corvette Stingray C7 convertible. Este impresionante coche se estrelló contra una multitud de espectadores en un evento automovilístico en los Estados Unidos. De milagro no hubo heridos de gravedad y toda la responsabilidad quedó en el conductor y su falta de experiencia para estas pruebas.
El video del incidente, aunque breve, muestra al conductor del deportivo intentando realizar donuts, una maniobra que consiste en girar el vehículo en círculos mientras se quema caucho. Sin embargo, parece que él no tenía el control del vehículo, ya que las ruedas delanteras estaban giradas hacia la derecha cuando comenzó a girar las ruedas traseras.
¿Cómo fue el accidente que protagonizó el Corvette?
Tras perder tracción en el asfalto arenoso, la parte trasera del Corvette se deslizó rápidamente, y el conductor no logra corregir la trayectoria. El vehículo termina chocando con varios espectadores, derribando al menos a dos de ellos al suelo. Para completar el desastre, el deportivo también colisionó contra un Dodge Durango blanco estacionado al costado de la calle.
El sonido del sobrealimentador del Chevrolet sugiere que el automóvil podría haber sido modificado para aumentar su potencia. Sin embargo, no es la potencia la culpable del accidente, sino la falta de habilidad del conductor y la temeraria decisión de intentar tal maniobra tan cerca de la gente. Nunca hay que realizar estas habilidades con gente cerca si no tienes realmente experiencia.
La importancia del sistema de control de tracción
Los sistemas de control de tracción están presentes en los automóviles por una razón: para ayudar a los conductores a mantener el control del vehículo en situaciones difíciles. A menos que seas un conductor profesional con experiencia en este tipo de maniobras, es recomendable no desactivarlos, especialmente en un coche deportivo potente con tracción trasera como este Chevrolet Corvette. Pueden evitar este tipo de accidente que ponen en riesgo tanto su vida como la de los que están cerca.
Este incidente nos recuerda la importancia de conducir con responsabilidad, especialmente en eventos automovilísticos con público presente. También que la potencia no es sinónimo de control, y que si no tenemos las habilidades necesarias para manejar un vehículo potente, es mejor no intentar maniobras riesgosas. Los organizadores de eventos automovilísticos en Estados Unidos también tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de los asistentes. Es importante que se establezcan medidas de seguridad adecuadas para evitar este tipo de accidentes.
