En 1999, en pleno apogeo de los monovolúmenes compactos, vio la luz el primer Opel Zafira. Renault dominaba con mano de hierro este segmento, que ellos mismos inventaron, con el Scénic, seguido de cerca por el Citroën Xsara Picasso. A finales de 1998 se había sumado el Multiplá, un concepto diferente que aportaba una ventaja: tenía seis asientos distribuidos en dos filas.
Entonces llegó Opel con su innovador sistema Flex7, que añadía una tercera fila plegable en el maletero, por lo que que el Zafira ofrecía siete plazas en poco más de 4,3 metros de longitud. De esta manera, revolucionó el segmento de los monovolúmenes compactas y estableció nuevos estándares para la variabilidad interior, por lo que posteriormente recibió numerosos premios.
El Zafira original medía 4,32 metros de largo, 1,74 metros de ancho y 1,68 metros de alto, y tenía un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,33; una cifra excelente para la época. Contaba con una gama de motores gasolina y diésel, e incluso sirvió como banco de pruebas para un sistema de impulsión mediante pila de combustible de hidrógeno.
La clave del Opel Zafira original estuvo en el sistema Flex7
Sin embargo, lo que realmente distinguió al Opel Zafira del resto de rivales fue su innovador sistema de asientos inteligente y patentado Flex7. Con este mecanismo único, la marca alemana estableció nuevos estándares para la flexibilidad a bordo totalmente integrada en el interior. En apenas 15 segundos podía transformarse se podía pasar de contar con siete asientos a una configuración biplaza con 1.700 litros de volumen de maletero. Todo, sin las molestias que suponía tener que retirar las banquetas del habitáculo.
Después de desbloquear y retraer los reposacabezas, los asientos de la tercera fila se podían plegar fácilmente y guardar en huecos de forma adecuada en el piso del vehículo, creando un área de carga completamente plana. La molesta extracción del vehículo y el almacenamiento de asientos temporalmente no utilizados eran ahora cosa del pasado.
Lo mismo se aplicaba a la segunda fila: se podía plegar, empujar hacia adelante y asegurar detrás de los asientos delanteros para ahorrar espacio. El asiento del pasajero delantero también podía plegarse en posición horizontal. Esto significaba que se podían cargar objetos de hasta tres metros de largo en el Zafira y acomodar a cuatro pasajeros al mismo tiempo.
Con la segunda generación del Zafira en 2005, los ingenieros de Opel optimizaron el manejo de la segunda fila. Los asientos se podían plegar en una proporción de 40:20:40, de modo que los adultos también podían sentarse cómodamente en los asientos individuales exteriores. La recompensa al esfuerzo: con el sistema de asientos Flex7 aún más desarrollado, el Zafira B se estableció otro punto de referencia para la flexibilidad interior.
En 2001, dos años después de la presentación de la primera generación del Zafira, Opel se preguntó: ¿Puede un deportivo tener siete plazas? O dicho de otra manera, ¿puede un monovolumen compacto tener características de conducción deportivas? El reto era mayúsculo y se plasmó en el Zafira OPC (siglas de Opel Performance Center), dotado de un motor turbo de 2.0 litros de 192 CV, de cero a 100 km/h en 8,2 segundos y una velocidad máxima de 220 km/h. Esto convirtió a la Zafira OPC, que se lanzó en otoño de 2001, el monovolumen más rápido de Europa en ese momento.
En el mismo año que el deportivo Zafira OPC, también hizo su debut un tren motriz completamente diferente. Además de los motores de gasolina y diésel de bajo consumo, el Zafira 1.6 GNC a gas natural comprimido complementó la cartera como un vehículo especialmente económico. Redujo significativamente las emisiones en comparación con los motores de gasolina convencionales y conservó toda la variabilidad interior gracias al práctico embalaje de todos los componentes. Los depósitos de gasolina se instalaron bajo el suelo y, gracias al concepto «Monovalentplus», el conductor podía cambiar fácilmente al funcionamiento de gasolina cuando fuera necesario.
Su legado está en el Zafira Life
La segunda generación del Zafira llegó hasta 2014, dejando definitivamente su lugar al Zafira Tourer con el que convivió durante tres años. Esta entrega, completamente nueva, se mantuvo en el mercado español hasta 2016. Su desaparición dejó un hueco que parecía definitivo; sin embargo, a raíz de su acuerdo con PSA Peugeot Citroën, en 2019 surgió una nueva generación: el Zafira Life con tres longitudes de carrocería y la posibilidad de elegir entre motores diésel o una versión 100 % eléctrica.