Como no podía ser de otra manera, el extraordinario Ferrari 296 GTB ya ha pasado por las manos del especialista alemán Novitec. Estos ofrecen todo tipo de mejoras para este deportivo con el que la compañía de Maranello vuelve a ofrecer a sus clientes un corazón V6 desde la desaparición del legendario Ferrari Dino. Aunque en pleno Siglo XXI, ese bloque no está solo, puesto que se rodea de la tecnología híbrida enchufable para ofrecer las máximas prestaciones y la máxima eficiencia.
Esta mecánica híbrida enchufable empleada por los Ferrari 296 GTB y los Ferrari 296 GTS emplea un 2.9 V6 Biturbo que es capaz de proporcionar un total de 663 CV de potencia y 740 Nm de par motor. Junto a el encontramos un motor eléctrico que puede inyectar otros 167 CV adicionales, de manera que estamos hablando de una criatura que alcanza los 830 CV de potencia, gracias a los cuales acelera de 0 a 100 km/h en cuestión de 2,9 segundos y alcanza los 330 km/h de velocidad máxima.
Con el escape ofrecido por Novitec, este Ferrari 296 GTB eroga 868 CV de potencia
Entre todas las mejoras que los especialistas de Novitec ya ofrecen para el Ferrari 296 GTB se encuentra un completo sistema de escape artesanal, el cual el cliente puede solicitar que esté fabricado con acero inoxidable o con un material llamado Inconel, con el que se fabrican los sistemas de escape de los Fórmula 1. También ofrece diferentes terminales, así como la opción de unas válvulas con las que se consigue variar el nuevo sonido de su motor térmico. Pero lo mejor de todo es que gracias a este nuevo escape el corazón 2.9 V6 Biturbo pasa de 663 a 701 CV de potencia.
Más allá de las mejoras a nivel mecánico, el Ferrari 296 GTB puede estar equipado con un completo kit aerodinámico fabricado en fibra de carbono por Novitec, quien también te propone nuevas llantas forjadas que han sido desarrolladas en colaboración con los expertos de Vossen Wheels. Para rizar el rizo, hay hasta mejoras en las suspensiones de este bólido de la firma de Maranello, las cuales permiten acercar su carrocería en 35 milímetros al asfalto con el objetivo de reducir su centro de gravedad.