La noticia de la adquisición de una participación del 10% en Horse Powertrain Limited por parte de Saudi Aramco, la mayor petrolera del mundo, junto con Renault Group y Geely, ha impactado en el sector automovilístico. Este movimiento estratégico valora a la empresa que crearon las dos compañías automovilísticas para el desarrollo de motores de combustión eficientes en 7.400 millones de euros. Y va a suponer un empuje para la innovación en tecnologías de motores de combustión interna y híbridos.
El acuerdo entre Saudi Aramco, Renault Group y Geely no solo implica una inversión financiera importante, sino también una colaboración para mejorar el rendimiento de los motores de Horse Powertrain a través de la utilización de tecnologías, combustibles y lubricantes innovadores. Estos esfuerzos conjuntos tienen como objetivo reducir las emisiones del sector del transporte y dar respuesta a las demandas tanto de los fabricantes de vehículos como de los conductores, en línea con las tendencias de sostenibilidad y eficiencia energética actuales.

Ahmad O. Khowaiter, vicepresidente ejecutivo de tecnología e innovación de Aramco, ha explicado los objetivos de su compañía con esta inversión: «Nuestro objetivo es ofrecer soluciones que reduzcan las emisiones del sector del transporte, al tiempo que satisfacen las necesidades de fabricantes de vehículos y automovilistas.
El compromiso de Horse con la descarbonización y la innovación
Por su parte, desde Renault, Luca de Meo, consejero delegado de la compañía del rombo, resaltó la importancia de unir fuerzas para impulsar la descarbonización de la industria automovilística. Destacó que la transición hacia una movilidad más sostenible no sucederá por sí sola y que se requiere colaboración y esfuerzos compartidos para encontrar soluciones innovadoras que impulsen el cambio hacia un futuro más verde y eficiente.
Con la entrada de Saudi Aramco en la compañía con sede en Madrid, Renault y Geely, pasarán a tener una participación del 45 por ciento cada una de ellas. Ambas demuestran, además, con este movimiento accionarial su compromiso con la alianza estratégica a largo plazo y su enfoque en el desarrollo de tecnologías punteras en el sector automovilístico.

Por su parte, para Horse Powertrain, este cambio en su esquema societario supone también un acicate de cara a los retos de futuro que se plantea. La compañía ha trabajado con el objetivo de convertirse en un proveedor clave de motores y sistemas de transmisión a diversos clientes industriales, incluyendo marcas como Renault, Geely, Volvo, Proton, Nissan y Mitsubishi. Con la adquisición de Saudi Aramco, se espera que Horse Powertrain continúe creciendo y expandiendo su presencia global.
La compañía posee 17 plantas de producción, cinco centros de investigación y desarrollo, y atiende a nueve clientes en 130 países, generando empleo para 19.000 personas. Estas cifras destacan el papel fundamental de Horse Powertrain en la cadena de suministro automotriz y su contribución a la innovación y la sostenibilidad en la industria.
El paso que puede significar la llegada de la segunda compañía petrolífera mundial para Horse promete impulsar la investigación, el desarrollo y la comercialización de tecnologías de vanguardia en el ámbito de los motores y sistemas de transmisión.