En los últimos años, las ciudades españolas han vivido un cambio profundo en la forma en la que nos movemos. Los patinetes eléctricos y la bicicleta han pasado de ser una opción marginal a convertirse en protagonistas absolutos de la movilidad urbana. Cada vez más ciudadanos optan por estos medios de transporte por su rapidez, bajo coste y porque ayudan a evitar atascos y reducir la contaminación.
Sin embargo, el crecimiento acelerado del uso de bicicletas y patinetes también ha traído consigo nuevos retos. Las aceras se han convertido en un campo de batalla entre peatones y usuarios, las normas de circulación no siempre estaban claras y los accidentes han aumentado. Ante esta situación, muchos ayuntamientos han decidido actualizar sus ordenanzas para regular, de manera clara, qué se puede y qué no se puede hacer con estos vehículos en la vía pública.
4Sanciones y multas por incumplimiento

Las nuevas normas no son solo recomendaciones. Están respaldadas por un régimen sancionador que pretende poner fin a los abusos que han generado quejas constantes en los últimos años.
Por ejemplo, circular en bicicleta o patinete por la acera podrá acarrear multas de hasta 200 euros. No llevar casco en los casos obligatorios supondrá sanciones de 100 a 200 euros, mientras que superar la velocidad máxima permitida también será castigado. Incluso se contemplan multas de 500 euros para quienes circulen bajo los efectos del alcohol o las drogas. Con esto se quiere dejar claro que estos vehículos ligeros no están exentos de responsabilidad vial.