Los coches eléctricos han conquistado las carreteras de medio mundo ofreciendo prestaciones brutales, pero la carga ultrarrápida de sus baterías sigue siendo su talón de Aquiles. Paradas de 30 minutos o más para pasar del 10 % al 80 % en un supercargador de 400 V rompen el ritmo de cualquier viaje largo. ¿Y si esa espera se redujera a solo 10 minutos? Hydrohertz, una startup británica con ADN de McLaren, Singer y Land Rover, asegura haber encontrado la clave: un hardware inteligente que domina la temperatura de la batería celda por celda.
Dectravalve: El cerebro térmico que la batería necesita

Imagina una batería de 100 kWh donde ninguna celda supera los 44,5 °C y la diferencia térmica entre ellas apenas llega a 2,6 °C. Eso no es ciencia ficción; son los resultados reales de Hydrohertz con su Dectravalve, una unidad compacta que actúa como director de orquesta del calor.
En lugar de enfriar el pack completo como un bloque monolítico —el método tradicional que genera puntos calientes y obliga a reducir potencia de carga—, Dectravalve gestiona cada módulo por separado. El resultado:
- Carga 10-80 % en 10 minutos (frente a los 30 habituales).
- Autonomía extra de hasta un 10 % (30-40 millas / 48-64 km).
- Vida útil prolongada y menor riesgo de degradación.
- Aceleración máxima constante incluso en pista.
¿Por qué importa el control térmico celda por celda?
Las baterías con una química de LFP, NMC o las futuras de estado sólido odian los extremos a la hora de hablar de temperaturas. Cuando una sola celda alcanza los 50 °C, el BMS (sistema de gestión) corta la corriente para evitar que se puedan producir daños. Los sistemas convencionales presentan fluctuaciones de 12 °C o más, lo que fuerza al cargador a bajar el ritmo mucho antes de llegar al 80 %.
Dectravalve mantiene temperatura homogénea durante toda la sesión, permitiendo aceptar la máxima potencia hasta el final. En pruebas reales efectuadas con una batería de 100 kWh de capacidad, el pack se mantuvo fresco y estable incluso bajo carga extrema.
Ventajas que van mucho más allá de la velocidad de carga

La carga exprés acapara titulares, pero los beneficios de Dectravalve van mucho más lejos:
| Beneficio | Impacto Real |
|---|---|
| +10 % autonomía | 50-60 km extra sin cambiar química |
| Menos degradación | Ciclos de vida útil extendidos |
| Rendimiento en pista | Aceleración plena sin thermal throttling |
| Compatibilidad universal | Funciona con LFP, NMC, estado sólido… |
Para superdeportivos eléctricos que exigen el máximo de su rendimiento en cada curva, mantener la batería en su ventana óptima de temperatura significa potencia sin cortes y tiempos por vuelta muy consistentes.
Una tecnología que se instala en cualquier batería existente
Desarrollar una batería de estado sólido cuesta miles de millones y una década. Hydrohertz propone un atajo: mejorar lo que ya existe. Dectravalve es un módulo externo que se integra en cualquier arquitectura actual, desde compactos urbanos hasta hiperdeportivos de 800 V.
“La industria ha estado esperando que la tecnología de baterías alcance las expectativas de los consumidores, pero el progreso ha sido lento y costoso”, explica Paul Arkesden, CEO de Hydrohertz. “Nosotros ofrecemos vehículos eléctricos más prácticos ahora, sin esperar a la próxima generación de química”.
¿Estamos ante el Santo Grial de la movilidad eléctrica?

No. Todavía llenar un depósito de gasolina es mucho más rápido que cargar una batería aún con esta tecnología, de igual manera que la infraestructura de hidrógeno verde sigue en pañales. Pero reducir la carga del 10-80 % a tan solo 10 minutos elimina la mayor barrera psicológica para muchos conductores. Sumado a la autonomía extendida y la fiabilidad térmica, Dectravalve convierte los eléctricos en una opción viable para viajes largos y uso intensivo.
El día que veremos esta tecnología en las baterías de tu coche
Hydrohertz ya colabora con algunos fabricantes de automóviles premium cuyos nombres están en el anonimato para integrar Dectravalve en algunos de sus prototipos. Los primeros modelos equipados con esta tecnología podrían llegar al mercado en 2026 o 2027, justo cuando la red de cargadores con potencias de carga superiores a los 350 kW se expanda por autopistas de medio mundo.
Fotos: Hydrohertz










