Rolls-Royce Motor Cars ha desvelado lo que describe como el trabajo en madera más complejo jamás realizado en sus instalaciones de Goodwood. Se trata de los guarnecidos de las puertas de un Phantom destinado a una próxima Colección Privada que conmemorará el centenario del emblemático modelo británico, que una vez más vuelve a recordarnos que en este año 2025 ha cumplido cien años desde el lanzamiento de la primera serie.
El proyecto ha requerido un año completo de desarrollo y la formación específica de varios artesanos en técnicas que la firma no había empleado hasta ahora. El resultado combina grabado láser a distintas profundidades, elementos tridimensionales en relieve y aplicaciones de pan de oro sobre superficies de chapa de madera, específicamente Blackwood (nombre que reciben indistintamente la acacia australiana o el granadillo negro africano, ambas especialmente valoradas por su calidad y textura), seleccionada por su veteado característico.
Proceso técnico y desafíos materiales en este Rolls-Royce Phantom
Las puertas del Rolls-Royce Phantom presentan dimensiones generosas, lo que obligó a encargar láminas de chapa de madera de tamaño superior al habitual. Cada hoja se asignó a secciones específicas de la composición según su patrón de vetas naturales, buscando que la luz incidiera de forma diferente según el ángulo de visión.
El grabado láser se realiza a tres profundidades, generando zonas más oscuras donde la madera está más rebajada y superficies más reflectantes donde permanece intacta. Sobre esta base, se añaden las capas de tinta tridimensional, aplicadas por estratos individuales para lograr texturas y patrones con el nivel de precisión que requería el diseño.
La marquetería tridimensional introduce motivos en relieve “incrustados” sobre la superficie principal, con grabados adicionales y nuevas capas de tinta. Esta aproximación escultórica permite que la composición se explore táctilmente, no solo visualmente.
El clásico pan de oro encuentra un hueco en este Rolls-Royce Phantom
Quizá lo más llamativo sea la incorporación del pan de oro, técnica tradicional de ebanistería que Rolls-Royce ha debido adaptar para cumplir sus propios estándares de resistencia a temperatura y humedad. Cinco artesanos del Centro de Superficies Interiores realizaron un curso especializado en el West Dean College de West Sussex para dominar el proceso.
Las hojas de oro de 24 quilates, con un grosor de apenas 0,1 micrómetros, se aplican a mano sobre secciones de madera ya completadas, representando carreteras en una de las composiciones cartográficas del diseño. Tras su colocación, se sellan con un revestimiento protector que proporciona un acabado brillante y duradero. Las “carreteras” se cortan con precisión y se incrustan en el conjunto de marquetería.

Mapas, paisajes y elementos florales conviven en esta pieza de artesanía de Rolls-Royce
El diseño general fusiona mapas geográficos, rutas, paisajes, elementos florales y representaciones de modelos históricos en una sola composición. Según explica Phil Fabre de la Grange, responsable de Bespoke en Rolls-Royce, el objetivo era capturar “lugares, momentos y viajes que han dado forma a la leyenda del Phantom” a lo largo de su siglo de existencia.
Como detalle adicional, las rejillas metálicas de los altavoces se han eliminado, sustituyéndose por pequeñas aberturas fresadas directamente en la madera para no interrumpir la continuidad visual del panel. El conjunto se tiñe posteriormente para garantizar uniformidad cromática absoluta, trabajando en una paleta monocromática que explota los contrastes, texturas y propiedades reflectantes del Blackwood.
Más allá de la celebración centenaria, este proyecto representa un avance técnico considerable en las posibilidades del trabajo en madera para interiores automotrices de lujo. Habrá que esperar a la presentación oficial de la Colección Privada para valorar cómo se integra este nivel de complejidad artesanal en el conjunto del vehículo.



















