Seguro que alguna vez te has encontrado con un semáforo en ámbar y has tenido la tentación de pisar el acelerador para no detenerte (o lo has hecho más de una vez). Si es así, el Reglamento General de Circulación (RGC) te dice cómo tienes que actuar, en qué situaciones debes frenar y en cuáles está permitido pasar.
De hecho, los nuevos radares ‘foto-rojo’ de la Dirección General de Tráfico (DGT) están hechos para los conductores que dan un acelerón cada vez que se encuentran con un semáforo de color ámbar. Y ojo, porque ya hay muchos que ya se han llevado una multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del carnet si han tenido la ‘mala suerte’ de que el semáforo les ha cazado cuando ya estaba en rojo, y no en ámbar.
1¿Freno o acelero si el semáforo está en ámbar?
La respuesta está en el RGC, concretamente en el apartado 4.2 del anexo I. «Una luz amarilla no intermitente significa que los vehículos deben detenerse en las mismas condiciones que si se tratara de una luz roja fija», explica este punto. Es decir, si cuando estés llegando al semáforo cambia de verde a ámbar, lo correcto es frenar y pararte como si se tratara de una luz roja.
Eso sí, el RGC contempla una excepción bastante lógica: «A no ser que, cuando se encienda, el vehículo se encuentre tan cerca del lugar de detención que no pueda detenerse antes del semáforo en condiciones de seguridad suficientes«.
Por ejemplo, si ya estás tan cerca de la línea de detención que no es posible frenar de manera segura, o bien porque te pasarías el semáforo, bloquearías de alguna manera el paso para los peatones o hay riesgo de alcance si otro coche circula muy cerca por detrás. Solo en estas situaciones está permitido que no te detengas ante un semáforo en ámbar, pero no abuses de la norma, porque si hay un radar ‘foto-rojo’ no siempre es fácil demostrar que tenías razón.








