El mundo del automóvil cambia, evoluciona y se electrifica, pero hay una preocupación que nunca desaparece: las averías del motor. Tanto si hablamos de vehículos híbridos modernos, de eléctricos recién llegados al mercado o de los veteranos diésel y gasolina que siguen dominando las carreteras, todos los conductores comparten el mismo temor: encontrarse con una reparación cara, inesperada y difícil de evitar. Por eso, cuando un estudio serio arroja una luz clara sobre qué tipos de motor sufren más fallos graves, es normal que a los mecánicos les salten todas las alarmas.
Eso es exactamente lo que le ocurrió a Pedro, mecánico con casi cuatro décadas de experiencia en talleres multimarca, al conocer un análisis reciente de Carly, la app especializada en diagnóstico automotriz. “Sabía que algunos motores fallan más que otros, pero no imaginaba que las diferencias fueran tan grandes”, comenta. Y es que el informe, basado en 365.000 vehículos analizados en España, rompe varios mitos y deja al descubierto qué tecnologías están aguantando mejor el paso del tiempo… y cuáles sufren más averías críticas.
4Qué deben vigilar los conductores según el tipo de motor
Una de las conclusiones más interesantes del estudio es que cada tecnología exige una vigilancia distinta. No todos los motores fallan por las mismas razones ni requieren el mismo tipo de mantenimiento.
Diésel y gas: los más expuestos a averías graves. Los propietarios de coches diésel o a gas deberían:
- Realizar revisiones más frecuentes.
- Controlar síntomas como tirones, pérdida de potencia o humos anormales.
- Vigilar componentes sensibles como inyectores, turbo o válvula EGR.
“Son motores duros, pero cuando fallan… fallan de verdad”, afirma Pedro.
Híbridos y eléctricos: atención máxima a los avisos del sistema
En su caso, el riesgo no está tanto en fallos catastróficos inmediatos, sino en:
- Alertas electrónicas sin importancia aparente.
- Errores intermitentes en el sistema híbrido.
- Sobrecarga de la batería o fallos en el inversor.
“Los fallos medios son el aviso. Si los ignoras, dentro de cinco años te estarás acordando”, añade Pedro.







