Imagina poder anticiparte a un frenazo inesperado del coche de delante, a una incorporación brusca por el lateral o incluso a ese charco de aceite en la carretera que nadie ha visto. ¿Verdad que te sentirías mucho más seguro y tranquilo al volante? Pues el RACE, consciente de que la seguridad vial va mucho más allá de las normas de tráfico, ha lanzado una guía de conducción preventiva para que viajes con total tranquilidad.
No se trata solo de saber cómo reaccionar ante un peligro, sino de evitar que ese peligro llegue a materializarse. Porque adoptar la conducción preventiva no solo es una forma de protegerte a ti y a los demás, sino también de ahorrar y disfrutar más de cada trayecto. Ser un conductor responsable empieza por anticiparse.
1¿Qué es la conducción preventiva?
La conducción preventiva es un conjunto de técnicas y hábitos de conducción que se basan en la anticipación de riesgos para tomar decisiones antes de que ocurran imprevistos. Este estilo de conducción permite desplazarte con mayot tranquilidad, ya que tu objetivo principal es controlar tu vehículo en todo momento, adelantándote a los problemas que puedan surgir.
No es algo reservado a pilotos de carreras, sino un estilo de conducción responsable y tranquilo al alcance de cualquier persona y que ofrece unos beneficios tangibles que van directamente a tu seguridad y a tu bolsillo.
Los beneficios de aplicar técnicas de conducción preventiva son numerosos. En primer lugar, reduces la posibilidad de sufrir o provocar un accidente. Más allá de la seguridad, si conduces de forma eficiente y tranquila, ahorrarás en combustible.
Además, tu vehículo sufrirá un desgaste menor en sus piezas, lo que se traduce en menos costes, ya que tus neumáticos y frenos tendrán una vida útil más larga. Tu bolsillo lo agradecerá también porque evitarás reparaciones y multas innecesarias.
Además, al tener mayor control del volante y de las circunstancias que te rodean, evitarás conflictos y situaciones de tensión, lo que te permitirá disfrutar más de la conducción.
