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martes, 28 octubre 2025

Primera prueba del Honda Prelude: Tan extraordinario como difícil de entender

El nuevo Honda Prelude recupera el espíritu GT clásico en un coupé híbrido refinado, ágil y muy equilibrado. Hereda las suspensiones del Civic Type R, pero ofrece confort diario y eficiencia más que potencia bruta. Ya está a la venta, desde 49.500 euros.

El nuevo Honda Prelude es un automóvil extraordinario, uno de esos modelos que verdaderamente te dejan un impacto cuando los conduces, y especialmente si el escenario es tan desafiante como las carreteras de montaña de la Costa Azul.

Mientras enlazo las curvas de la Route d’Or que serpentea entre Pégomas y Tanneron, en la frontera entre los Alpes Marítimos y el departamento de Var, en la francesa Costa Azul, no dejo de preguntarme por qué Honda decide justo ahora poner en el mercado un coupé como el nuevo Prelude, un cuarto de siglo después de la desaparición de su anhelada quinta generación.

Hay muchas cosas de aquel Honda Prelude (BB5) que se han trasladado a este nuevo Honda Prelude (BF1). Pero también hay enormes diferencias. Desde luego, el concepto de gran turismo “popular” de 2+2 plazas con una silueta de dos volúmenes “y medio” sigue siendo el marco sobre el que se estructura todo.

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Este nuevo coupé hereda además los rasgos justos y necesarios para mantener una moderada identidad visual con sus predecesores sin ser en absoluto una reinterpretación de aquellos, al tiempo que su frontal conserva una identidad visual con el resto de productos de la gama de automóviles Honda.

honda prelude primera prueba 90 Motor16

Y es que estéticamente el coche funciona, sobre todo en la vista trasera, y eso a pesar de que se haya decidido ocultar el escape. No es una cuestión subjetiva, sino mera estadística; pregúntale a una decena de personas y difícilmente encontrarás un par de detractores, si es que das con alguno.

La gama de colores es sencilla (blanco, azul y negro perlados o gris metalizado), y el mayor problema es que el coche es un cordero con piel de lobo; se ve “gordo”, pero su sistema de propulsión es el de un Civic híbrido, un CR-V o un ZR-V, con algunos matices.

Silueta de coupé y chasis de Type R para el nuevo Prelude

Así que bajo la carrocería de este nuevo coupé salida del lápiz de Norito Onuma encontramos algunos viejos conocidos, comenzando por una plataforma, unas suspensiones y un sistema de frenos que se han adaptado ni más ni menos que del Civic Type R; el modelo de tracción delantera más rápido en el Nürburgring Nordschleife.

Para ser justos, el Honda Prelude no es un Type R recarrozado y “desmotorizado”. Basta con fijarnos en la batalla relativamente corta (2,61 metros frente a los 2,74 del Civic) para entender que la dinámica no va a ser exactamente la misma. También hay una curiosa diferencia en la anchura de vías, con un eje trasero más estrecho en el Prelude, en un afán por dar un toque extra de agilidad al coupé, que, todo sea dicho, tiene una puesta a punto de esas que rozan la perfección.

Primera prueba del Honda Prelude: Tan extraordinario como difícil de entender

La clave está en un tren delantero prodigioso, que se agarra como una lapa y siempre está dispuesto a dejarnos corregir la trayectoria, por muy apoyados que estemos, sin que la zaga proteste; pura nobleza. En las estrechas carreteras de montaña de los alrededores de Niza, no es fácil buscarle las cosquillas; habría que circular a ritmos ilógicos en una vía abierta al público para no tener constantemente la sensación de habernos quedado lejos de las posibilidades del bastidor.

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Por supuesto, la dirección y los frenos (con pinzas delanteras firmadas por Brembo) también acompañan, y este último aspecto es especialmente interesante porque conducimos un híbrido con una potente máquina eléctrica integrada en el sistema de frenos, lo que suele implicar la existencia de una “zona de transición” entre la frenada regenerativa y la hidráulica que en este automóvil se ha resuelto magistralmente.

Pero lo mejor de todo es que este Honda Prelude no es un coche radical, sino un vehículo cómodo y funcional para el día a día, perfecto para pasar al volante tantas horas como quieras sin sentir en tus manos o en tus posaderas la menor rugosidad del asfalto.

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En este sentido, hay que aclarar que podemos elegir entre cuatro modos de conducción: Sport, GT, Comfort e Individual, además de la función S+ Shift, que emula magistralmente el funcionamiento de un cambio secuencial, si bien la transmisión es de relaciones continuamente variables (CVT), como en cualquier híbrido de Honda.

Primera prueba del Honda Prelude: Tan extraordinario como difícil de entender

El modo que menos nos convence es el Comfort, por la poca progresividad de la respuesta del acelerador, que concentra la mayor parte del juego en la sección final del pedal. Por contra, la combinación del modo Sport con el cambio S+ es nuestra favorita con mucha diferencia, ya que, además, siempre vamos a circular en la marcha adecuada independientemente del régimen de giro del motor, puesto que el par disponible no lo proporciona el propulsor de gasolina, sino la unidad eléctrica.

El Honda Prelude es un extraordinario automóvil que pide a gritos un motor más potente

Llegamos, así, a la parte más polémica del Honda Prelude. Bajo el capó encontramos un motor atmosférico de dos litros y ciclo Atkinson acoplado a un generador eléctrico, el cual almacena la energía producida en una batería de iones de litio ubicada bajo el piso, justo delante del tren trasero.

Esta batería se encarga de alimentar el motor eléctrico que realmente mueve las ruedas delanteras. Este motor desarrolla 315 Nm que se transforman en 184 CV, y con esos 184 CV vamos a tener que conformarnos, porque no hay más ni va a haber más en el futuro.

Para ser justos, es una cifra suficiente para practicar una conducción ágil y disfrutar al volante, y en combinación con el emulador de cambio manual podemos disfrutar de la sensación de conducir un coche algo más “gordo”, pero lo cierto es que el chasis está muy por encima de la respuesta del sistema motriz.

Primera prueba del Honda Prelude: Tan extraordinario como difícil de entender

Durante la presentación, hemos tenido la oportunidad de hablar con Tsutomu Tatsuishi y Kotaro Yamamoto, ingeniero jefe de desarrollo de la dinámica del vehículo y consultor técnico de Honda, respectivamente, quienes nos confirman que el Honda Prelude no tendrá una versión Type R, por muchos rumores que encontremos en las redes sociales o por muy informado que esté tu amigo ése que lo sabe todo.

El problema, tal y como nos explica Kotaro, es que tú puedes montar un compresor o reprogramar el motor de gasolina y conseguir 50 CV extra o más, pero lo único que lograrás es tener un generador más potente, porque al final el par motor que se traslada a las ruedas proviene del motor eléctrico.

Así que para lograr un mayor rendimiento tendrías que montar un motor eléctrico más potente, que tendría que alimentarse con una batería más grande, la cual, a su vez, requeriría un generador sobredimensionado.

Todo ello nos lleva en realidad a plantear un sistema de propulsión nuevo, que además sería más voluminoso y alteraría el peso y el equilibrio de masas del vehículo, por lo que habría que encontrarle sitio y modificar las suspensiones, por no hablar de toda la electrónica que gobierna el sistema.

Primera prueba del Honda Prelude: Tan extraordinario como difícil de entender

¿Y sacar todo el sistema híbrido para reemplazarlo por el motor del Civic Type R? Directamente no va a ocurrir, a no ser que lo hagas tú en tu taller. Honda no va por ese camino, y menos aún en Europa, donde el Civic Type R ya nos ha dicho adiós, enfrentado al Reglamento (UE) 2019/631.

¿Merece la pena pagar 49.500 euros por el Honda Prelude?

Aunque podría pasarme todo el día escribiendo sobre este apasionante coupé (que de verdad lo es en cuanto te pones al volante), vamos a cerrar por hoy este primer capítulo dando algunas pinceladas sobre la oferta comercial.

El Honda Prelude llega a España en una única versión, que cuesta 49.500 euros. Teniendo en cuenta el nivel de potencia disponible, parece caro. Considerando la calidad de su cadena cinemática, su amplio equipamiento y lo satisfactorio que resulta el producto a prácticamente todos los niveles, merece la pena.

Y es que no hay que olvidar que bajo la atractiva silueta del Honda Prelude se encuentran las suspensiones del Civic Type R, complementadas con amortiguadores activos y pinzas de freno delanteras Brembo de cuatro pistones.

Primera prueba del Honda Prelude: Tan extraordinario como difícil de entender

En el interior disfrutamos, además, de unos buenos asientos deportivos eléctricos calefactados tapizados en piel natural, salpicadero y paneles de puertas forrados de una agradable piel vuelta sintética, climatizador dual, equipo de audio Bose y cámara trasera, entre otros elementos.

En el fondo, se trata de un automóvil para disfrutar en el día a día, para auténticos apasionados de la conducción que no quieran batir el tiempo de vuelta rápida en el Nürburgring Nordschleife pero sí disfruten de cada segundo que pasan a bordo, ya sea enlazando curvas o desplazándose a ritmo tranquilo con un consumo que no se alejará mucho de los 5,2 litros cada 100 kilómetros homologados en ciclo combinado WLTP.

Puede que sus 188 km/h de velocidad punta o los 8,3 segundos que invierte en el paso de cero a 100 km/h no sean cifras para presumir, pero si te fijas solamente en eso para juzgar este Honda Prelude, está claro que éste no es tu coche. A mí, desde luego, no me importaría “adoptarlo” durante una buena temporada y dejar que esta pequeña aventura que hemos tenido en la Costa Azul acabe convertida en una duradera relación.

Las claves del nuevo Honda Prelude

  • Regreso esperado: Honda resucita el mítico Prelude 25 años después con un coupé híbrido de espíritu GT y silueta 2+2.
  • Inspiración clásica: mantiene la esencia del Prelude original, reinterpretado con el lenguaje actual de diseño Honda.
  • Diseño equilibrado: proporciones atléticas, vista trasera muy lograda y una gama de colores sobria (blanco, azul, negro, gris).
  • Base Type R: hereda las suspensiones del Civic Type R, aunque con puesta a punto específica.
  • Chasis excepcional: comportamiento noble y ágil; tren delantero preciso y comportamiento ejemplar en carreteras de montaña.
  • Sistema híbrido e:HEV: motor 2.0 Atkinson con generador y motor eléctrico de 184 CV y 315 Nm, tracción delantera.
  • Transmisión CVT con toque deportivo: el modo S+ Shift simula un cambio manual; modos de conducción Sport, GT, Comfort e Individual.
  • Sin versión Type R: no habrá variante deportiva; el chasis podría con más potencia, pero el sistema híbrido no es “escalable”.
  • Prestaciones justas: 0–100 km/h en 8,3 s, 188 km/h de punta, consumo WLTP de 5,2 l/100 km; equilibrio más que cifras.
  • Alta calidad interior: asientos eléctricos y calefactados, piel natural y sintética, audio Bose, cámara trasera y amortiguadores activos.
  • Precio elevado: Cuesta 49.500 euros; demasiado para un coupé de 184 CV.
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