En el corazón de Sajonia, donde la ingeniería alemana se mezcla con la emoción pura de la conducción, una nueva figura domina el horizonte del Porsche Experience Center Leipzig. Es una escultura colosal que reproduce las líneas maestras del 911 actual, el modelo más icónico de la marca. Más que una obra de arte, este gigante metálico es un homenaje tangible a seis décadas de historia y a millones de sueños sobre ruedas.
Ya se queda en Leipzig

El público conoció por primera vez esta pieza en 2023, durante el IAA Mobility de Múnich, donde su silueta relucía en la céntrica Wittelsbacherplatz. Un año más tarde, cruzó fronteras para presentarse en el Aranya Theatre Festival, en la costa este de China, como embajadora cultural de la deportividad alemana. Ahora, finalmente, ha encontrado su hogar definitivo en Leipzig, en el lugar donde Porsche combina su espíritu competitivo con la experiencia de sus clientes.
«Con sus impresionantes dimensiones, la escultura es un símbolo distintivo de nuestro centro», afirma Gerd Rupp, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche Leipzig GmbH. No es para menos: el monumento ocupa una superficie de 900 metros cuadrados y está formado por más de 5.000 piezas de acero ensambladas con precisión quirúrgica. Desde el aire, su perfil inconfundible se dibuja como un trazo de velocidad detenido en el tiempo.
Los entusiastas del Porsche 911
Para Porsche, la instalación no es solo un gesto estético. Representa un nuevo punto de encuentro para la comunidad de entusiastas que gira en torno al 911, el modelo que mejor sintetiza la esencia de la marca. «Queríamos crear un símbolo accesible, una forma de hacer tangible el legado del 911 y de Porsche en general», explica Ragnar Schulte, Director de Marketing Experiencial de la compañía. Y Leipzig es, en efecto, una ‘segunda patria’ para la firma: allí, cada año, alrededor de 70.000 visitantes viven en primera persona la experiencia Porsche.

El Experience Center de Leipzig no es un museo ni una simple fábrica: es un espacio vivo donde los visitantes pueden conducir los modelos de la gama, desde los deportivos de asfalto hasta los todoterreno más robustos, en pistas especialmente diseñadas para cada experiencia. También se organizan eventos como ‘Classic Cars & Coffee’ o el ‘Porsche Experience Day’, que reúnen a una comunidad cada vez más diversa y apasionada.
La ‘granja’ de Porsche
Además de su vertiente emocional, el complejo refleja el compromiso de la marca alemana con la sostenibilidad. Las 132 hectáreas que rodean las instalaciones sirven de refugio para especies como los uros, los ponis Exmoor y las abejas melíferas. Es un ecosistema único donde conviven la tecnología y la naturaleza, la precisión industrial y la vida silvestre.
Fundado en 2002 como centro de atención al cliente, el complejo de Leipzig es el único Porsche Experience Center del mundo que se integra directamente con una planta de producción. Allí nacen modelos tan emblemáticos como el Macan y el Panamera, y hasta 2017 también el Cayenne. En sus primeros años, incluso se ensambló el legendario Carrera GT, un icono que elevó la reputación de la marca en el mundo de los superdeportivos.

Hoy, Leipzig es sinónimo de flexibilidad productiva: en una sola línea de montaje conviven vehículos de gasolina, híbridos y eléctricos. Este logro técnico ha sido reconocido con galardones como el “Automotive Lean Production Award” en 2025 y el premio “Fábrica del año” en 2023.
La nueva escultura del 911, con su monumental presencia, resume todo lo que representa este lugar: la unión entre arte, ingeniería y emoción. Es un homenaje a la historia, pero también una mirada al futuro de Porsche, donde la tradición convive con la innovación. En Leipzig, el rugido del motor se transforma en una sinfonía metálica que celebra la pasión eterna por conducir.