El auge del patinete eléctrico como medio de transporte urbano ha transformado la movilidad en las ciudades, pero también ha traído consigo nuevos dilemas legales y de convivencia. Uno de los más frecuentes entre los propietarios de comunidades es el siguiente: ¿puedo aparcar o guardar mi patinete eléctrico en las zonas comunes del edificio? Lo que en apariencia puede parecer una cuestión trivial, se ha convertido en un tema que genera roces entre vecinos, riesgos de seguridad y hasta sanciones en algunos casos.
Cada vez más comunidades de propietarios se enfrentan a la realidad de que los patinetes eléctricos —y sus sistemas de carga— están presentes en portales, garajes, trasteros e incluso escaleras. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que su uso y almacenamiento dentro de un edificio está sujeto a normas muy concretas, tanto de convivencia vecinal como de seguridad. Entender cuáles son las reglas y los riesgos es clave para evitar conflictos o incluso multas.
2Qué dice la Ley de Propiedad Horizontal
La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) es clara al respecto: ningún propietario puede alterar o hacer un uso privativo de las zonas comunes sin autorización de la comunidad. Esto significa que, salvo que los estatutos del edificio lo permitan o que exista acuerdo aprobado en junta, no se puede dejar un patinete eléctrico en el portal, escaleras, descansillos o zonas compartidas.
El artículo 7 de la LPH establece que el propietario no puede realizar actividades prohibidas en los estatutos ni causar molestias o daños a otros vecinos. Si un patinete bloquea el paso, ensucia el espacio o genera riesgos (por ejemplo, al cargarse con enchufes comunes), la comunidad tiene derecho a exigir su retirada inmediata. En algunos casos, si el vecino persiste en el incumplimiento, incluso puede iniciarse un procedimiento judicial.
