Durante años, el mundo de los navegadores parecía vivir un duopolio inquebrantable. De un lado, Google Maps, con su potencia de datos y su omnipresencia en Android. Del otro, Waze, la alternativa social que convirtió los avisos el tiempo real en parte esencial de la experiencia al volante. Ambos acaparaban todo el protagonismo, con interfaces sencillas y una rapidez que los consolidaron como reyes absolutos.
Pero una vieja leyenda del sector ha decidido volver a escena, y con más fuerza que nunca. Hablamos de TomTom, marca de aquellos icónicos GPS que marcaron una época. Tras una profunda renovación, TomTom ha recuperado su mejor versión. Y lo que es más sorprendente: ahora es completamente gratuita. Esa combinación ha reabierto la batalla por el puesto de mejor navegador del coche.
4Gratuita, pero con matices
Uno de los grandes atractivos de la nueva TomTom es que es completamente gratuita. A diferencia de la antigua Go, ya no hay suscripciones ni pagos ocultos. Pero ello trae consigo algunas renuncias. ¿La más evidente? La imposibilidad de descargar mapas para usarlos sin conexión. Una función que antes era exclusiva de la versión de pago y que ahora ha desaparecido de la app.
Algunos usuarios también están descontentos con la eliminación del modo flotante y de algunos ajustes avanzados, además de con su asistente de voz, que aún se siente algo limitado. La sensación general es que TomTom ha priorizado la simplicidad de uso, aunque ello implicase recortar funciones que antes formaban parte de su identidad.







