Lucía, ingeniera especializada en eficiencia energética y experta en movilidad sostenible, lleva más de una década estudiando cómo evolucionan los vehículos eléctricos en España. Asegura que nunca había visto un cambio tan acelerado como el que se viene dando en los últimos años: más conductores interesados, más puntos de recarga, más autonomía…
Sin embargo, la desinformación sigue siendo un freno real. En su día a día, tanto en charlas técnicas como en conversaciones informales, escucha una y otra vez los mismos mitos. Ideas que quizá tenían sentido hace años, pero que hoy ya no se sostienen. Y es por eso que ha decidido desmontarlas una por una.
3Cargar un coche eléctrico lleva una eternidad
«Todavía hay quien imagina que cargar un coche eléctrico implica esperar horas sentado en un aparcamiento», comenta Lucía. Sin embargo, las cifras hablan solas: un cargador ultrarrápido permite pasar del 20 al 80% de batería en aproximadamente 20 minutos. «Para la mayoría de conductores, eso significa recuperar entre 300 y 400 km. Algo que no se hace cada dos por tres».
Además, insiste en algo que a menudo se pasa por alto: la carga suele realizarse mientras el vehículo está parado por motivos cotidianos —trabajo, compras, gimnasio—. «No añadimos tiempos muertos; aprovechamos momentos en los que ya tenemos el coche aparcado. Es una de las grandes ventajas de la movilidad eléctrica: no te hace desviarte de tu rutina».








