¿Por qué se ven con tanta frecuencia vídeos virales de gente maquillándose al volante? ¿Crees que ese ratito en el semáforo es perfecto para retocarte el pintalabios o aplicarte el rímel antes de llegar a la oficina?
Si la respuesta es sí o tienes curiosidad por saber qué tienen que decir las autoridades y los expertos sobre esta práctica, prepárate para descubrir una verdad incómoda. Lo que parece un gesto inofensivo para aprovechar el tiempo es, en realidad, una de las conductas más peligrosas y multadas al volante.
Más que una distracción, una temeridad al volante

Todos sabemos, o deberíamos saber, que al conducir es obligatorio prestar la máxima atención a la carretera. La DGT es muy clara: tus manos deben estar en el volante y tu mirada, siempre al frente. Esto no es una simple recomendación; es la base para garantizar tu seguridad y la de los demás usuarios de la vía.
Cuando hablamos de maquillarse al volante, no estamos hablando de una pequeña distracción, como puede ser cambiar la emisora de la radio. Estamos refiriéndonos a una actividad que exige el uso de al menos una de tus manos. Y de forma crítica, desvía tu atención visual y cognitiva de la conducción.
Piensa por un momento en lo que implica aplicarse un rímel o un delineador. Requiere un foco visual muy cercano en el espejo. En el momento en que mueves el espejo retrovisor para convertirlo en tocador, o inclinas la cabeza para usar el espejo de cortesía, acabas de anular la función principal de tu retrovisor y has apartado tu mirada de lo que pasa unos metros por delante de tu coche.
¿Cuánto tiempo dura esta mirada baja o lateral? Lo suficiente para que la situación de tráfico cambie. Imagina que el coche de delante frena de golpe. Necesitas, como mínimo, un segundo para reaccionar. En ese segundo, a 120 km/h, tu coche recorre 33 metros. Si estás pintándote los labios, tu tiempo de reacción se multiplica, y esos 33 metros podrían convertirse en un accidente. El simple acto de buscar la brocha o cerrar el pintalabios ya es un tiempo precioso que se pierde.
Y la pesadilla no termina ahí. ¿Qué pasa si el estuche de maquillaje o la brocha caen al suelo? El instinto humano es recuperarlo. Si intentas cogerlo mientras conduces, además de la distracción y la pérdida de control, corres el riesgo de que el objeto ruede y se quede atascado bajo alguno de los pedales, impidiendo que pises el freno o el acelerador correctamente. Una receta segura para el desastre.
Multa gorda y pérdida de puntos

Mucha gente piensa que maquillarse solo es problemático si te pillan en movimiento, pero la ley es clara, incluso si aprovechas el semáforo en rojo para retocarte.
Aunque la acción de maquillarse no tiene un artículo específico en el Reglamento General de Circulación que diga que está prohibido el rímel, los agentes de tráfico tienen la potestad para multarte basándose en artículos más generales pero muy potentes.
El artículo clave es el que exige que el conductor mantenga en todo momento la libertad de movimientos, el campo de visión y la atención permanente a la conducción, garantizando su propia seguridad, la de los ocupantes y la de los demás usuarios de la vía.
- Multa de 100 Euros (Infracción leve): Esta es la sanción más común si te sorprenden maquillándote con el vehículo detenido (por ejemplo, en un semáforo) y el agente considera que está obstruyendo la circulación o que, aun parado, tu conducta implica una falta de atención que impide la reanudación inmediata de la marcha o representa un peligro potencial. Es la sanción mínima por no mantener la atención.
- Multa de 200 Euros y 3 Puntos (Infracción grave): Si el agente interpreta que, al maquillarte, estás manipulando un objeto o realizando una actividad que interfiere con tu atención y libertad de movimiento mientras el vehículo está en movimiento, la sanción aumenta. En la práctica, esto suele caer bajo el paraguas de usar o manipular dispositivos, aunque no sea un móvil. Es una infracción por conducción negligente.
- Multa de 500 Euros y 6 Puntos (Infracción muy grave): Este es el escenario más grave y en el que debes pensar para evitar esta práctica. Si el agente considera que la acción de maquillarse ha provocado una maniobra brusca, una desviación o una situación de riesgo extremo, o si la intensidad de la distracción es tal que se considera una conducción temeraria, la multa puede ascender a 500 euros y conllevará la pérdida de seis puntos del carnet. Esta interpretación se aplica cuando la acción se percibe como claramente peligrosa para otros usuarios, poniendo en riesgo real y manifiesto la integridad de terceros.
La seguridad no se negocia

La intención detrás de maquillarse en el coche es casi siempre la misma: ahorrar tiempo en nuestra ajetreada vida. Sin embargo, el coste potencial de esos cinco minutos de ahorro es inasumible. No solo hablamos de un impacto económico considerable, sino de la posibilidad real de causar un accidente grave que puede tener consecuencias trágicas.
Recuerda siempre que tu coche no es un tocador, es un puesto de mando desde el que operas una máquina que, mal utilizada, puede ser muy peligrosa. No hay pintalabios, ni rímel, ni base de maquillaje que valga la pena si el precio es un accidente o un disgusto. Planifica tu tiempo para que los retoques de belleza se hagan en casa o, si es necesario, en el destino final. La carretera exige el 100% de tu atención y tus manos.








