Las nuevas tecnologías han cambiado por completo nuestra forma de vivir, de comunicarnos y de comprar, y su expansión no ha terminado. De hecho, los controles de la Guardia Civil se están actualizando y estamos viviendo un cambio total en las carreteras.
Estamos pasando de un modelo donde la presencia física de los agentes de tráfico era imprescindible, a uno donde herramientas manejadas por IA se encargan de hacer gran parte del trabajo. Además, estos nuevos sistemas son tan eficaces, invisibles y silenciosos que ni siquiera te vas a dar cuenta de que has pasado un control.
2Atención especial a camiones y transporte pesado
Aunque esta tecnología tiene muchas aplicaciones, el principal objetivo de la Guardia Civil ahora mismo son los vehículos de gran tonelaje. Los camiones son fundamentales para nuestra economía, pero un accidente con un camión suele ser fatal. Por eso, mediante la tecnología DSRC, los agentes pueden conectarse a distancia con el tacógrafo inteligente de los camiones mientras estos van circulando por la autovía.
Antes, para ver los datos del tacógrafo había que parar al camión, subir a la cabina e imprimir un ticket o descargar los datos con un cable. Ahora, los agentes se ponen en paralelo o esperando en un puente, y la antena DSRC vuelca toda esa información al instante. Así pueden saber si el conductor lleva demasiadas horas al volante sin dormir, si el sistema ha sido manipulado para trucar los datos o si hay algún fallo técnico. Si el sistema dice que todo está bien, el camión sigue; si detecta algo raro, lo detienen unos kilómetros más adelante.








