Las nuevas tecnologías han cambiado por completo nuestra forma de vivir, de comunicarnos y de comprar, y su expansión no ha terminado. De hecho, los controles de la Guardia Civil se están actualizando y estamos viviendo un cambio total en las carreteras.
Estamos pasando de un modelo donde la presencia física de los agentes de tráfico era imprescindible, a uno donde herramientas manejadas por IA se encargan de hacer gran parte del trabajo. Además, estos nuevos sistemas son tan eficaces, invisibles y silenciosos que ni siquiera te vas a dar cuenta de que has pasado un control.
1DSRC, un sistema para hacer controles sin que te enteres
La seguridad vial necesitaba un cambio porque los métodos tradicionales ya no son suficientes para frenar la siniestralidad, sobre todo en determinados puntos. Por ejemplo, en los primeros meses de 2025 la AP-7 ha visto cómo se duplicaba el número de víctimas mortales respecto al año anterior. Y no es el único lugar que ha visto este aumento.
Ante un escenario tan dramático, las autoridades no pueden quedarse de brazos cruzados esperando a que la gente simplemente conduzca mejor. Y aquí es donde entra en juego la tecnología que va a cambiar tu forma de entender la carretera: DSRC.
Estas siglas en inglés significan Comunicación de Corto Alcance Dedicada. Es un sistema de intercambio de datos inalámbrico que conecta la infraestructura de la vía con los vehículos que pasan por debajo, y que incluso permite la conexión entre los coches patrulla y el tuyo.
Este sistema se basa en estándares internacionales para que la Guardia Civil y otros cuerpos responsables de la seguridad del tráfico puedan sacar información de tu coche en tiempo real. Y lo más importante es que todo esto pasa sin que te des cuenta de nada. No hay un flash como en los radares, ni un agente levantando la mano en el arcén o conos cortando un carril. Solo pasas por un punto determinado, y el sistema lee los datos de tu vehículo.
Disponer de estos equipos es un gran salto tecnológico para los agentes de la Guardia Civil. Hasta ahora, para saber si un coche o un camión cumplía con la normativa, había que pararlo, pedir la documentación y revisarlo de forma visual, con los problemas de tiempo y atascos que esto supone. Ahora, las autoridades cuentan con estos dispositivos para hacer un cribado masivo, lo que permite gestionar el tráfico centrándose solo en quienes son un peligro real.
Esta nueva forma de trabajar cambia la filosofía de los controles de carretera. Antes se hacían controles aleatorios, un sistema ineficiente que además molestaba a los conductores que lo estaban haciendo bien. Ahora, el objetivo es realizar intervenciones más específicas..








