El nuevo dispositivo de emergencia de la DGT está a punto de ser obligatorio, y muchos conductores ya lo empiezan a utilizar cuando tienen problemas en la carretera. Pero la Guardia Civil ha tenido que salir al paso para aclarar una cuestión importante. Si crees que al encender la luz ya está todo hecho, sigue leyendo porque te interesa conocer su advertencia.
La llegada de la baliza V-16 conectada es la revolución más importante en materia de seguridad vial de la última década. Pero, como ocurre con toda tecnología nueva, surgen mitos y confusiones que hay que despejar antes de que sea demasiado tarde, y eso es lo que la benemérita acaba de hacer.
1Confusión por el concepto de conectividad
El problema está en la palabra «conectada». Cuando se comenta que la nueva baliza V-16 tiene conexión directa con la plataforma DGT 3.0, la mente tiende a simplificar las cosas e imaginamos un sistema infalible donde al pulsar un botón se activan todos los protocolos de emergencia. La realidad, aunque avanzada, es algo distinta y la Guardia Civil ha sido tajante en sus redes sociales para evitar disgustos.
Es cierto que estas luces son una maravilla. En cuanto las enciendes, no solo emiten una potente luz visible a un kilómetro de distancia, sino que empiezan a comunicarse con la nube de la DGT. Envían tu posición exacta mediante geolocalización, una información que Tráfico utiliza para avisar a otros conductores. Tu coche averiado aparecerá en los paneles de mensaje variable de la autovía y también en los navegadores GPS de los coches que se acerquen a tu posición. Es decir, el sistema es perfecto para que no te den un golpe por detrás y para protegerte del tráfico rodante. Pero hay un detalle que debemos tener muy en cuenta.
La baliza sirve para informar de un peligro al resto de usuarios, pero no avisa a Emergencias en caso de accidente. Si te quedas esperando dentro del coche pensando que la ambulancia o la grúa vienen de camino solo porque la luz está parpadeando, vas a tener una espera muy larga.
