Algo en las gasolineras españolas está cambiando. Los colores de los surtidores —que hasta ahora nos habían servido para distinguir rápidamente gasolina, diésel o gas— están siendo actualizados por muchas compañías energéticas. Repsol, Moeve, Galp o Cepsa están adaptando sus estaciones de servicio a los nuevos tiempos. Y eso implica una revolución visual que puede despistar a más de uno.
La llegada de los combustibles renovables y de nuevas fórmulas menos contaminantes ha obligado a las petroleras a reorganizar su oferta y darle una nueva identidad cromática a cada carburante. Con ello, se busca facilitar la identificación para el usuario y evitar errores al repostar; pero durante esta fase de transición conviene estar especialmente atentos: un despiste puede salir caro.
5Una transformación que va más allá del cambio cromático
El cambio cromático en los surtidores simboliza algo más profundo: la transformación del modelo energético. Las gasolineras ya no son solo puntos de venta de carburantes fósiles, sino centros de energía donde conviven productos tradicionales, biocombustibles, puntos de carga eléctrica y servicios de movilidad. Repsol, Galp y Moeve están reconvirtiendo sus estaciones para adaptarse a este nuevo ecosistema.
Repostar ya no será exactamente igual que antes. Habrá más colores, más opciones y, por tanto, más responsabilidad por parte del conductor. Pero también más oportunidades de elegir combustibles más limpios y sostenibles. La próxima vez que pares en una gasolinera, fíjate bien: el surtidor rosa puede ser el que marque el futuro de la movilidad… y tu próximo repostaje.








