Algo en las gasolineras españolas está cambiando. Los colores de los surtidores —que hasta ahora nos habían servido para distinguir rápidamente gasolina, diésel o gas— están siendo actualizados por muchas compañías energéticas. Repsol, Moeve, Galp o Cepsa están adaptando sus estaciones de servicio a los nuevos tiempos. Y eso implica una revolución visual que puede despistar a más de uno.
La llegada de los combustibles renovables y de nuevas fórmulas menos contaminantes ha obligado a las petroleras a reorganizar su oferta y darle una nueva identidad cromática a cada carburante. Con ello, se busca facilitar la identificación para el usuario y evitar errores al repostar; pero durante esta fase de transición conviene estar especialmente atentos: un despiste puede salir caro.
3Evita confusiones al repostar: un error puede salir caro
Llenar el depósito con el combustible equivocado puede ser una auténtica pesadilla. Si echas gasolina en un coche diésel, o al revés, puede causar daños graves en el motor que requieran reparaciones de miles de euros. Por eso, en esta etapa de transición cromática, la precaución es fundamental.
Los expertos recomiendan siempre comprobar dos cosas antes de repostar: el tipo de combustible indicado en la tapa del depósito y la etiqueta escrita en el surtidor. Los nuevos colores son una ayuda visual, pero no deben ser el único criterio. Sobre todo si cambias de gasolinera o conduces un coche de alquiler o de empresa, conviene detenerse unos segundos a confirmar el tipo de carburante antes de levantar la manguera.








