Algo en las gasolineras españolas está cambiando. Los colores de los surtidores —que hasta ahora nos habían servido para distinguir rápidamente gasolina, diésel o gas— están siendo actualizados por muchas compañías energéticas. Repsol, Moeve, Galp o Cepsa están adaptando sus estaciones de servicio a los nuevos tiempos. Y eso implica una revolución visual que puede despistar a más de uno.
La llegada de los combustibles renovables y de nuevas fórmulas menos contaminantes ha obligado a las petroleras a reorganizar su oferta y darle una nueva identidad cromática a cada carburante. Con ello, se busca facilitar la identificación para el usuario y evitar errores al repostar; pero durante esta fase de transición conviene estar especialmente atentos: un despiste puede salir caro.
1Nuevos tiempos, nuevo diseño en los surtidores
El sector del automóvil evoluciona a toda velocidad. En cinco años, hemos pasado de motores de combustión a un escenario lleno de híbridos, eléctricos y vehículos de gas. En paralelo, las petroleras han tenido que reinventarse y ofrecer combustibles más sostenibles, algunos de ellos capaces de reducir hasta en un 90% las emisiones. El cambio ha supuesto una auténtica revolución en los surtidores de las gasolineras.
Hasta hace poco, todo era sencillo. El verde se asociaba a la gasolina; el negro, al diésel; y el naranja, al AutoGas. Pero con la llegada de los carburantes renovables, esa lógica cromática necesitaba una actualización. Compañías como Repsol, que ha introducido la gama Nexa, han incorporado nuevos tonos rosados y metalizados para diferenciarlos visualmente. El rosa suave identifica la gasolina renovable; el rosa intenso, el diésel renovable; y el azul queda para los gases naturales (GNC y GNL).








