Al repostar, la mayoría no pensamos demasiado en lo que entra realmente en el depósito. Confiamos en que la gasolina que sale de la manguera sea de calidad, cumpla con la normativa y cuide del motor. Pero no siempre es así. En ocasiones, por desgracia, el carburante puede estar manipulado y acabar convirtiéndose en un problema grave para nuestro coche y para nuestro bolsillo.
Recientemente, la Guardia Civil destapó una red que vendía combustible adulterado en varias gasolineras de bajo coste del Levante español. Lo ocurrido es un ejemplo claro de que estas prácticas existen. Y aunque no sea lo habitual, la amenaza está ahí, y conviene saber cómo detectar si nuestra gasolina es realmente lo que dice ser.
1El peligro oculto de la gasolina adulterada

Repostar gasolina adulterada no solo implica que el motor rendirá peor. También puede comportar posibles daños en los inyectores, la bomba de combustible, el catalizador o incluso el turbo en los motores más modernos. Las reparaciones derivadas pueden superar con facilidad los 1.000 €, una factura nada agradable. Y todo por haber repostado en una gasolinera poco fiable.
Según un gasolinero con más de 20 años de experiencia en el sector, identificar al instante si la gasolina está manipulada no es sencillo, pero sí hay algunas pistas claras que cualquier conductor puede detectar si presta atención. No es cuestión de obsesionarse, sino de tener un mínimo de precaución y no dejarse llevar únicamente por el precio.