El invierno está llamando a la puerta y, con él, las primeras previsiones de nevadas. Pero a algunos, la nieve les pilla cada año por sorpresa: de pronto un viaje rutinario se convierte en una odisea blanca, y lo que parecía un simple desplazamiento se convierte en horas atrapado en la carretera. Cuando eso ocurre, la diferencia entre un mal rato y una verdadera situación de riesgo suele estar en algo tan básico como lo que llevas en el maletero.
Lo sabe bien Sofía, técnico de emergencias, que ha visto de cerca cómo una nevada puede complicarlo todo en minutos. «Si te sorprende la nieve, te gustaría llevar todo esto en el maletero del coche», asegura. Porque, en situaciones extremas, el equipamiento adecuado no es un capricho; es tu respaldo ante el frío, el hielo y la falta de visibilidad. Y, sobre todo, la mejor manera de evitarte problemas serios.
4Lo que no se ve: batería, alimentación y autonomía
Otros elementos a veces pasan desapercibidos, pero su ausencia puede complicar mucho la situación. El arrancador portátil de batería es uno de ellos. Las bajas temperaturas reducen la capacidad de las baterías; y un coche frío que no arranca en plena nevada puede ser más que un inconveniente. Disponer del arrancador o, al menos, cables con pinzas, permite resolver el problema.
A ello hay que sumar llevar agua y algo de comida. Puede parecer una recomendación algo exagerada, pero quienes han pasado horas bloqueados en carretera por una nevada saben que no lo es. Una botella grande de agua y algunas barritas energéticas o frutos secos pueden marcar una gran diferencia en términos de calma y bienestar.








