El invierno está llamando a la puerta y, con él, las primeras previsiones de nevadas. Pero a algunos, la nieve les pilla cada año por sorpresa: de pronto un viaje rutinario se convierte en una odisea blanca, y lo que parecía un simple desplazamiento se convierte en horas atrapado en la carretera. Cuando eso ocurre, la diferencia entre un mal rato y una verdadera situación de riesgo suele estar en algo tan básico como lo que llevas en el maletero.
Lo sabe bien Sofía, técnico de emergencias, que ha visto de cerca cómo una nevada puede complicarlo todo en minutos. «Si te sorprende la nieve, te gustaría llevar todo esto en el maletero del coche», asegura. Porque, en situaciones extremas, el equipamiento adecuado no es un capricho; es tu respaldo ante el frío, el hielo y la falta de visibilidad. Y, sobre todo, la mejor manera de evitarte problemas serios.
3Seguridad básica: calor, luz y energía si te quedas atrapado
En caso de quedarte atrapado en la nevada, hay tres herramientas que pueden ser tu salvavidas: una manta, una linterna y una power bank. Sofía es muy clara: «Nunca sabes cuánto tiempo vas a estar parado en mitad de una nevada. La manta te ayuda a conservar el calor sin tirar de la calefacción del coche, la linterna permite ver y ser visto, y la power bank garantiza que puedas pedir ayuda en cualquier momento».
La manta —preferiblemente térmica o de viaje— es un recurso que la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda desde hace años. En cuanto a la linterna, las frontales son las favoritas de los equipos de emergencia, porque dejan las manos libres para cualquier operación. La power bank evitará que dependas de la batería del coche, que en invierno se ve especialmente castigada por las bajas temperaturas.








