El mercado de coches en España vive un momento histórico. Durante décadas, el diésel ha sido el combustible preferido por miles de conductores gracias a su bajo consumo en carretera y a su durabilidad. Sin embargo, en los últimos años, este protagonismo se ha ido desinflando poco a poco hasta el punto de que, por primera vez, ya no ocupa el podio de ventas en los concesionarios españoles.
La sorpresa ha llegado de la mano de un viejo conocido que ha resurgido con fuerza: el GLP (Gas Licuado de Petróleo). Este carburante alternativo ha conseguido superar en matriculaciones al diésel, consolidándose como una opción real, asequible y sostenible en plena transición energética. El giro del mercado confirma que los conductores buscan soluciones económicas, prácticas y menos contaminantes, y el GLP se ha convertido en una de las más atractivas.
1GLP supera al diésel: un hito histórico en el mercado de coches español

Los datos de la DGT y ANFAC no dejan lugar a dudas: en noviembre de 2024 el GLP alcanzó una cuota de mercado del 5,85%, frente al 4,21% del diésel. Desde entonces, la tendencia no ha hecho más que consolidarse. Este cambio refleja no solo un desplome del diésel, sino también la confianza creciente en un combustible que parecía relegado hace años a un papel secundario.
El hecho de que el GLP haya superado al diésel no es casualidad. A diferencia de este último, que ha perdido peso por el endurecimiento de normativas medioambientales y el impacto negativo en su reputación tras el “dieselgate”, el GLP ofrece etiqueta ECO, acceso libre a las zonas de bajas emisiones y un ahorro notable en cada repostaje. Para muchos conductores, las cuentas son claras: es una alternativa viable sin necesidad de dar el salto inmediato al coche eléctrico.