Diciembre no solo es sinónimo de cenas de empresa, compras de última hora y carreteras llenas rumbo a la Navidad. También es, año tras año, uno de los meses en los que más vehículos dicen adiós definitivamente a la circulación. Miles de coches terminan su vida útil administrativa en la DGT, pasando a engrosar la lista de bajas definitivas por avería, envejecimiento o falta de viabilidad para seguir cumpliendo con las exigencias técnicas y medioambientales.
Lejos de la imagen romántica de un coche “jubilado” para pasear tranquilamente junto al mar, la realidad es mucho más prosaica. Diciembre se convierte en el punto final para muchos vehículos que no superan la ITV, acumulan defectos graves o simplemente ya no compensan económicamente a sus propietarios. Y hay que decir que el invierno, con sus bajas temperaturas y condiciones adversas, tiene mucho que ver en este desenlace. Te lo contamos a lo largo de las próximas líneas.
4Los turismos, los más castigados por los defectos graves para la DGT
Aunque cualquier tipo de vehículo puede verse afectado, los turismos particulares concentran la mayor parte de los defectos graves detectados en invierno. Más de la mitad de los problemas en acondicionamiento exterior corresponden a coches de uso diario, lo que refleja una realidad clara: son los vehículos más expuestos y, a menudo, los que reciben menos mantenimiento preventivo.
Tras los turismos aparecen los vehículos ligeros de menos de 3.500 kilos y, en tercer lugar, las motocicletas. En todos los casos, el denominador común es el mismo: el invierno saca a la luz carencias acumuladas durante meses. Cuando estas deficiencias coinciden con un coche antiguo o con un valor residual bajo, la decisión de darlo de baja en la dgt resulta casi inevitable.








