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lunes, 17 noviembre 2025

La pregunta que enciende las alarmas: ¿La DGT podrá usar la baliza V-16 para espiarnos?

En algunos foros muchos conductores han expuesto sus dudas sobre el uso de los datos por parte de la DGT.

El 1 de enero de 2026 está a la vuelta de la esquina y, con él, el adiós definitivo a los triángulos de emergencia. Su sustituta, la baliza V-16 conectada homologada por la DGT, ya está generando un ruido ensordecedor. Y no solo por la luz que emite, sino por las dudas que la rodean. Es un dispositivo que llevaremos en la guantera, sí, pero que lleva GPS y una tarjeta SIM. Un aparato que, en cuanto lo actives, dirá justo dónde estás.

Todos, en alguna ocasión, nos hemos visto asaltados por la duda ¿Es esta la puerta de entrada al «Gran Hermano» de la DGT? ¿Van a usar esos datos para saber a qué velocidad vamos, dónde aparcamos o si hemos parado a tomar un café? ¿Podrán multarnos usando este dispositivo? Vamos a desgranar qué hay de verdad y qué hay de mito en lo que algunos han definido como la mayor revolución de la seguridad vial desde el cinturón de seguridad.

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¿Dónde va esa señal y para qué la quiere la DGT?

Luz V-16 conectada
Fuente: DGT

Esa señal anónima no va a un centro de multas. Va directamente al Punto de Acceso Nacional de Información de Tráfico y Movilidad, que en la práctica es el cerebro de la plataforma DGT 3.0.

Cuando tu baliza envía la señal de peligro aquí, DGT 3.0 recibe ese mensaje y lo reenvía a los paneles luminosos de la carretera, las aplicaciones de navegación como Waze o Google Maps y los sistemas de navegación de los coches conectados que vengan detrás de ti.

El objetivo es que el resto de conductores sepan que estás ahí, detenido y vulnerable, mucho antes de que puedan verte. Se trata de evitar el accidente secundario, ese choque que se produce porque alguien no vio a tiempo el coche averiado.

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