¿Sabías que tu etiqueta de la DGT podría dejar de servir para entrar en la ciudad? ¿O que dentro de unos años quizá no puedas comprar un coche de combustión? La nueva Ley de Movilidad Sostenible acaba de aprobarse y lo cambiará todo: desde quién podrá circular por las ZBE, hasta cómo se clasificarán los coches, cuántos puntos de carga habrá o qué obligaciones tendrán las empresas.
El objetivo es claro: reducir emisiones, fomentar una movilidad más limpia y preparar el país para la transición energética. Si tienes coche, piensas cambiarlo o conduces por ciudad, presta atención. En este artículo, te contamos de forma clara y directa cómo te afectarán todos los cambios que trae la nueva movilidad… y por qué la DGT será su eje central.
1Nuevas etiquetas de la DGT: un sistema más exigente

Tras casi diez años con el mismo sistema, la Dirección General de Tráfico (DGT) actualizará sus icónicas pegatinas B, C, Eco y Cero. La ley obliga a que, en un plazo máximo de 12 meses, se presente un estudio para redefinir las etiquetas teniendo en cuenta un nuevo criterio: las emisiones reales de CO2. Hasta ahora, la clasificación se basaba en la normativa Euro y la tecnología del motor, pero se ha quedado obsoleta.
Acceder a las etiquetas más ‘limpias’ de la DGT será más difícil. La ‘Cero’ estará reservada a los coches 100% eléctricos, de hidrógeno o híbridos enchufables con al menos 90 km de autonomía eléctrica (frente a los 40 actuales). La ‘Eco’ incluirá híbridos enchufables, híbridos convencionales y vehículos de gas que cumplan la normativa Euro 6d. Los distintivos C y B mantendrán su función para modelos de combustión.