comscore
jueves, 13 noviembre 2025

El Corvette secreto que GM quiso esconder y que ahora sale a subasta

Durante años fue un proyecto clandestino, desarrollado al margen de los registros oficiales de General Motors. Hoy, el Corvette CERV-IVb, la mula de desarrollo que anticipó el diseño del C5, emerge del anonimato para volver a subasta y contar su historia.

A simple vista, parece un Corvette C4 más, uno de esos deportivos estadounidenses de los noventa que ya no despiertan demasiadas miradas. Pero bajo esa carrocería familiar se esconde un secreto cuidadosamente guardado por General Motors: un prototipo funcional, un laboratorio sobre ruedas que sirvió de puente hacia la quinta generación del Corvette. Su nombre, casi mítico para los conocedores, es CERV-IVb, y su historia es una de las más fascinantes —y discretas— del desarrollo automotriz norteamericano.

Un experimento que nació en las sombras

A comienzos de la década de 1990, el equipo de ingeniería del Corvette sabía que debía empezar a planificar el C5, la próxima gran evolución del deportivo más emblemático de Chevrolet. Pero en las oficinas centrales de GM el entusiasmo no era el mismo. Los directivos veían con escepticismo los cambios arquitectónicos que el nuevo modelo requería.

Chevrolet Corvette 1 1 Motor16
Foto: Chevrolet.

Ante esa resistencia, los ingenieros decidieron sacar el proyecto de los canales oficiales y trabajar por su cuenta, construyendo un prototipo secreto sobre un chasis de C5 escondido bajo la carrocería modificada de un C4.

Publicidad

Así nació el CERV-IVb (Chevrolet Engineering Research Vehicle), parte de una saga de prototipos experimentales que se remontaba a 1959. Fue el único de los cinco CERV con motor delantero, y también el que más se acercó a un coche de producción real. Este vehículo no solo permitió probar nuevas estructuras y componentes, sino que también adelantó —en total confidencialidad— la estética y las soluciones técnicas del Corvette C5 que finalmente llegaría en 1997.

Diseño adelantado a su tiempo

Aunque oficialmente nunca existió, el CERV-IVb fue clave para definir el lenguaje visual del futuro Corvette. Su capó experimental, con las aletas y luces fijas al abrirse, anticipaba el estilo del C5. También incorporaba una amplia entrada de aire central y una tapa lateral para el depósito de combustible, una innovación que más tarde sería obligatoria por normativas de la EPA.

Chevrolet Corvette 10 1 Motor16
Foto: Chevrolet.

La parte trasera escondía otro adelanto: un maletero integrado diseñado para evaluar la distribución del espacio en el futuro modelo descapotable. Cada panel, cada unión de la carrocería, era un campo de pruebas disfrazado de Corvette común. De hecho, aún conserva las pegatinas originales de los campos de pruebas de GM en el parabrisas, testimonio de su paso por los circuitos cerrados donde se gestaban los secretos de la marca.

Un interior de Frankenstein

Si el exterior buscaba pasar desapercibido, el interior dejaba claro que se trataba de una mula de desarrollo. El habitáculo combinaba elementos de los primeros C5 con piezas de otros modelos de GM, incluido lo que parece ser un tablero de Pontiac Firebird. No era un coche de exposición, sino una herramienta de trabajo, como lo sugiere una nota pegada sobre el salpicadero:

Su equipamiento técnico estaba a la altura del propósito experimental. Montaba un motor LT1 V8 de 5,7 litros con 300 CV, una transmisión manual de seis velocidades y una suspensión FX3 Selective Ride Control, además de frenos de disco en las cuatro ruedas y llantas BBS doradas de 17 pulgadas.

Chevrolet Corvette 2 1 Motor16
Foto: Chevrolet.

El conjunto permitía a los ingenieros probar distintos soportes de montaje, ajustes de dirección asistida y soluciones de refrigeración, buscando optimizar la dinámica del futuro Corvette sin levantar sospechas en la cadena de mando.

Publicidad

De la clandestinidad a la subasta

Tras cumplir su misión, el CERV-IVb desapareció durante años en los archivos y almacenes de Chevrolet. Su existencia era conocida solo por un pequeño grupo de ingenieros y técnicos. No fue hasta 2009, en la subasta Barrett-Jackson de Palm Beach, cuando el prototipo volvió a ver la luz, adquirido por la familia Yager por 340.000 dólares. Desde entonces, ha sido preservado cuidadosamente como una pieza única del proceso interno de GM, un testimonio tangible de la creatividad que florece cuando la ingeniería se impone a la burocracia.

El regreso de un fantasma

Ahora, más de tres décadas después de su creación, el CERV-IVb volverá a subasta en el evento Mecum Kissimmee, el próximo 17 de enero. Más que un simple coche, representa un capítulo oculto de la historia del Corvette (aquí la gama actual), una muestra de la audacia y el ingenio que han mantenido viva la leyenda del deportivo americano.

Publicidad

Para los coleccionistas y amantes de la historia del automóvil, esta es una oportunidad única: poseer no solo un prototipo, sino un fragmento del ADN secreto de Chevrolet, aquel que nació en silencio, desafió las reglas y allanó el camino hacia el Corvette moderno. Y es que no todos los Corvette se han acogido con el mismo entuiasmo, aunque la genética deportiva no decayó (aquí los más amados y odiados de la historia).

Fotos: Chevrolet.

Publicidad