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jueves, 30 octubre 2025

Hasta un 25 por ciento de conductores admiten usar el móvil al volante… y no son todos

El móvil se ha convertido en una herramienta indispensable, pero también en una amenaza silenciosa dentro del coche. Conducir distraído equivale a hacerlo bajo los efectos del alcohol, y aunque las multas ayudan, el verdadero cambio depende de cada conductor

Cada día, miles de conductores en España cometen una infracción tan habitual como peligrosa: usar el móvil mientras conducen. Ya sea para responder un mensaje, consultar un mapa o cambiar la música, este gesto —aparentemente inocuo— se ha convertido en una de las causas más frecuentes de accidentes de tráfico en nuestro país. De hecho, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico, la distracción por el uso del teléfono móvil al volante está detrás de una de cada tres muertes en carretera. Y lo peor es que no se trata de una conducta aislada: hasta un 25% de los conductores reconoce hacerlo de forma habitual, aunque las sanciones se han endurecido y las campañas de concienciación son cada vez más insistentes.

La paradoja es evidente. Conducimos vehículos cada vez más seguros y conectados, pero seguimos sin prestar la atención que merecen los segundos decisivos al volante. La dependencia tecnológica y la necesidad de inmediatez han convertido al móvil en una extensión de nuestra mano, incluso cuando no deberíamos tocarlo. La DGT alerta de que apartar la vista de la carretera durante solo 3 segundos a 120 km/h equivale a recorrer más de 100 metros a ciegas.

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Las sanciones son cada vez más duras, pero no suficientes

La Policía Nacional avisa: La función de tu móvil que tienes que apagar cuando conduces
fuente: propia

Desde la reforma de la Ley de Tráfico en 2022, la DGT endureció las sanciones relacionadas con el uso del móvil al volante. Sujetar el teléfono mientras se conduce implica una multa de 200 euros y la pérdida de seis puntos del carné de conducir, una de las penalizaciones más severas del código. Además, los agentes pueden sancionar también la manipulación de pantallas o dispositivos que distraigan la atención, incluso si el vehículo está detenido en un semáforo.

Aun así, los datos no mejoran. Las campañas de vigilancia y los radares de distracción —ya operativos en varios puntos de España— detectan cada año a miles de conductores que siguen usando el móvil. En 2024, la DGT registró más de 140.000 sanciones por este motivo, y los expertos advierten que la cifra real podría ser mucho mayor, ya que muchas distracciones no se llegan a registrar.

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