Si últimamente has visto en tu edificio un coche chino reluciente y silencioso, no es casualidad. Las marcas asiáticas llevan tiempo ganando terreno en Europa, y España se está convirtiendo en punto estratégico para su desembarco. La llegada masiva de eléctricos e híbridos procedentes de Asia no solo está cambiando lo que vemos en las calles, también lo que ocurrirá pronto en nuestra industria.
Uno de los nombres que más suena en este movimiento es BYD, un fabricante que ha pasado de ser un desconocido a convertirse en líder global en apenas una década. La marca quiere expandirse con fuerza en Europa, y todo apunta a que España será un pilar clave. Hasta el punto de que ya negocia dónde abrir su próxima gran fábrica.
5Cataluña toma ventaja en la carrera
Cataluña sería la favorita para albergar la nueva fábrica de BYD en España. Su experiencia industrial, infraestructuras logísticas de primer nivel, mano de obra especializada y ecosistema automovilístico sólido la colocan en cabeza. Pero hay una razón más específica que pesa especialmente: la reindustrialización de la antigua fábrica Nissan en la Zona Franca de Barcelona.
Para el Gobierno central, apoyar un proyecto en Cataluña podría ser un gesto político y económico. La instalación de BYD en los antiguos terrenos de Nissan supondría cerrar el círculo de una reconversión industrial que se lleva años buscando. Y para la marca de coches chinos sería una oportunidad única de ocupar un espacio estratégico ya preparado para la fabricación de eléctricos.







